13 ago 2013

“PAÍS DE FANTASÍA”

@BarbaraCabrera

(Susurrando al oído) Esto es Nunca Jamás…
Expresión de la película “Descubriendo Nunca Jamás”

En un país de fantasía por más vicisitudes que se presenten y por más que se denote un retroceso, existen aquellos que se esfuerzan en demostrar y convencer que dicho país va mejorando, hacen creer estar en Jauja. Allí, se presentan reformas con una producción televisiva digna del canal de las estrellas (Televisa para quienes me leen de otro país). Se hace entender que a través de éstas, con alguno que otro apoyo gubernamental y al desplegar la fuerza bruta para intentar repeler a los cada vez más organizados criminales, se enderezará lo que a través de los sexenios se ha descompuesto.
En una nación con esas características, se atestiguan hechos tan absurdos, así como de una exquisita ambivalencia: por una parte políticos, dirigentes poderosos y hampones que han sido encarcelados; por otro, los que han sido absueltos y otros tantos intocables ¿necesito decir nombres? No lo haré, toda vez que la lista corre el riesgo de ser interminable
Pero no todo debe girar en torno a estos personajes públicos, ni transitar alrededor de un grupúsculo que nada o poco aportan. Es preciso analizar la sociedad que nos rodea, el compromiso asumido o no en relación al entorno, y el papel que a cada cual corresponde en el engranaje socio-político.
En un país de fantasía, cuyas ilusiones se sostienen con alfileres; el destino de los impuestos no se sabe, ni se refleja. El Poder Judicial tiene un tufo añejo como la justicia impartida. En ese pueblo, la mayor parte de los integrantes del Poder Legislativo se pone a los órdenes “del preciso”. El Poder Ejecutivo se place de utilizar la mercadotecnia para engañar el prójimo –conste que no es actitud exclusiva del sexenio en turno-. Los actores principales y secundarios del Sistema Educativo denotan una escasa preparación y deseos por desterrar la simulación de que la mayor parte es presa. Las víctimas de delitos son apapachadas con una palmada en la espalda sin tener certeza de sus destinos. En este país de fantasía se utiliza a personajes políticos del pasado para convencer e imponer reformas estructurales. Existe un andar cuasi disipado mientras no pase algo que aturda.
LO BUENO: Estamos ante una época de oportunidad donde –si nos lo proponemos y actuamos- lograremos el cambio deseado, o por lo menos dejar los cimientos para los que nos sucedan.
LO MALO: Esa visión reduccionista de un porcentaje de la población que todavía cree en el gobierno paternalista cuyos beneficios les llegarán por arte de magia.
LO FEO: La situación que impera en este país de fantasía y algunas otras partes del orbe.

¿Se han preguntado si verdaderamente ejercen su papel de ciudadanos? ¿Son generadores de cambio o de status quo?

Por hoy es todo.

Nos leemos la próxima Nornilandia.