11 jun 2013

“#DESAFECCIÓN”

@BarbaraCabrera

“En vez de concederle a un político las llaves de la ciudad, más valdría cambiar la cerradura” Doug Larson

Una expresión que seguro suscribe un porcentaje importante de la población ante la situación actual y no es para menos. Aquí en #MéxicoLindoyHerido y en todo el orbe vivimos un fenómeno de desafección que indica que un porcentaje cada vez más alto de la población en todo el mundo expresa desinterés, desconfianza y alejamiento respecto de la política y de los políticos.
En este haber de hartazgo y crispación socio-política tenemos apellidos que de solo escucharlos provocan ese malestar.
Las consecuencias provocadas por ésta situación no se han hecho esperar, una de las cuales es postular animales a puestos públicos: perros, gatos, burros y ratas dicen “yo quiero” a los puestos políticos. Acontecimiento que no es novedoso, solo se ha potenciado y divulgado por el poder de las redes; uno de los primeros casos data de 2009 cuando en Jalisco se postuló un perro de raza pitbull conocido como Fidel “el candidato de la perrada” con lemas como: “no voy tras el hueso”, “di no a la mordida” y “no soy gato de nadie”. A partir de mayo de 2013 surge el Candigato Morris en Xalapa, Veracruz; según se advierte, como una opción para aquellos que están cansados de votar por ratas; de ahí saltan a la palestra pública el Burro CHON en Ciudad Juárez y el CANdidato en Oaxaca, quien confiesa que sí va tras el hueso. Seguramente al momento de publicar esta Nornilandia otros tantos serán “destapados”. Ya veremos.
Otra consecuencia más de esa desafección, la provocan de manera reiterada y constante los políticos al aplicar las mismas prácticas anquilosadas que nos pretenden vender como nuevas. Ya desde tiempos de Vicente Fox supimos muy bien que se avecinaba una “nueva” clase política: la farandulera, aquella que llega y se sostiene con alfileres y campañas rodeadas de mercadotecnia, televisión, así como pactos por aquí y pactos por allá.
Aunado a todo ello -y por si fuera poco- están aquellos que siendo representantes populares, consideran novedoso y adecuado entregar las llaves de la ciudad que gobiernan a Jesucristo, recordemos quienes son en orden cronológico: Enrique Pelayo Torre, alcalde de Ensenada, Baja California (agosto de 2012); César Garza Villareal, alcalde de Guadalupe, Nuevo León (diciembre de 2012); Rodolfo Ambriz Oviedo, presidente municipal de Benito Juárez, Nuevo León (enero de 2013); y el caso más reciente Margarita Arellanes Cervantes, presidenta municipal de Monterrey, Nuevo León (junio de 2013)
Lamentable situación en un Estado de Derecho, donde se pretende y hace creer a quien los ovaciona que con rezos y encomendándose a un ente las cosas encuentran solución. ¡Nada más alejado de la realidad! Cada cual tendrá sus creencias, muy respetables por cierto; pero éstas forman parte del fuero interno del ser humano, no constituyen herramientas de gobierno.
Nos cansamos de la corrupción, impunidad y complicidad, es cierto. La manera de comenzar a resolverlo es dejarnos de simulaciones, actuar y hacer lo que nos corresponde. Sólo así esto comenzará a funcionar con miras a ser rescatado.
En conclusión: necesitamos más y mejor ciudadanía, con todas las implicaciones que ello conlleva y representa.

Por hoy es todo.

¡Nos leemos la próxima Nornilandia!