@BarbaraCabrera
“La política es el arte de
servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos” Louis Dumur
Es oficial:
México en paz, México incluyente, México con educación de calidad, México próspero
y México con responsabilidad global. Por lo menos así se decretó y se ha
publicado en el Diario Oficial de la Federación. Así es mis lectores, han sido
creados 5 gabinetes especializados que serán presididos –según refiere el
documento- por el presidente de la República o, en su ausencia por el
coordinador respectivo.
Todo apunta que,
muy cerca de EPN ya no solo veremos al Súper Secretario Miguel Ángel Osorio
Chong, quien está al frente del gabinete de México en Paz; a este personaje se
unen desde el martes 2 de abril –fecha en que entró en vigor el Decreto-
Rosario Robles Berlanga, coordinadora de México incluyente; Emilio Chuayfett
Chemor, al frente del México con educación de calidad; José Antonio Meade
Kuribreña, quien preside México con responsabilidad global; y para completar el
quinteto de superhéroes gubernamentales tenemos al México próspero, cuyo
coordinador es Luis Videgaray Caso. (Para ver listado completo de secretarías y
dependencias que conforman cada gabinete especializado véase http://www.proceso.com.mx/?p=337775)
No sé por qué al
leer y analizar esta otra y nueva composición administrativa se percibe esa
extraña sensación de haberlo visto todo, dejando la impresión de ser un acto
más de representación sexenal en turno. Y es que el asunto no es menor; por
desfortuna la apatía e inmovilidad es presa de muchos ciudadanos que sentados
en su sillón de status quo se dejan
impresionar por acciones –a veces simuladas y grandilocuentes- de aquellos
personajes ubicados en la palestra pública, mismas que parecen desarrollarse en
un mundo paralelo o alterno porque aquí seguimos en las mismas. ¡Cómo olvidar
aquellas promesas envueltas en una parafernalia mercadológica! Y que conste que
ésta no es exclusiva de aquél simpático presidente con botas que aspiró
hacernos creer que vivimos un México maravilloso, ni del copete en turno con su
conocido “se los firmo y se los cumplo”; para nada mis lectores, esta parece
ser la constante desde tiempos inmemoriales.
Del otro lado de
la moneda, tenemos que este país –al igual que otros tantos- parece complacerse
al otorgar canonjías inmerecidas y a la sola provocación de ser la esposa de
quien es el Presidente de la República en turno. Me refiero al papel de quien
por tradición gusta de hacerse llamar primera dama, cuyo único requisito es
“ser la esposa de..,” ni más ni menos.
Tal
denominación, como lo anticipé es mera usanza que a través del tiempo nos
cuesta a todos aquellos que pagamos impuestos; es decir, sin tratarse de un
cargo oficial en la administración pública federal, las damas tienen a su
disposición –entre otras cosas- a personal pagado por el Estado mexicano.
Su paso sexenal
–con independencia del estilo que le impriman- se refleja en la nómina de lo
que en la estructura oficial se conoce como Dirección General Adjunta de
Actividades de la esposa del C. Presidente, que depende de la Secretaria
Particular de éste.
Proporciono los
siguientes datos para que se den una idea y formen su propia opinión respecto a
esta figura: Marta María Sahagún Jiménez, tuvo a su disposición un total de 19
personas que estaban incluidas en la nómina, además del dominio público es el
(ab)uso de diversas partidas presupuestales para su opulento transitar por el
sexenio que se conoció como el de la pareja presidencial.
Por su parte,
aunque Margarita Zavala Gómez del Campo redujo el personal a su cargo de 19 a
solo ocho personas, su staff costó al
erario 35.4 millones durante el sexenio pasado. Actualmente, Angélica Rivera
Hurtado, dispone de siete servidores públicos que en conjunto representarán un
costo de 32.6 millones de pesos durante el sexenio. Esta es solo una muestra
del dinero público destinado a una figura que no está regulada, más lo que se
sume por otros conceptos.
Ante lo evidente
surgen innumerables interrogantes que provocan dudas, que generan reflexión,
que invitan a no quedarnos callados, que nos deben motivar a actuar.
Para cerrar esta
columna les dejo solo dos: ¿Creen ustedes que esos autodenominados gabinetes
especializados sea la optimización en la coordinación de la administración
pública federal o se trata únicamente de una burocracia más en este
#MéxicoLindoyHerido? Y la segunda pregunta es ¿Ante la ambigüedad y ámbito
difuso en que se encuentra la figura de la primera dama, deben destinarse o no
recursos públicos además de proporcionarle un staff para asistirla? ¿Los tiempos están para ello? ¿Qué opinan?
Por hoy es todo.
¡Nos leemos la
próxima Nornilandia!