4 dic 2012

“NOSOTROS, LOS OTROS”


@BarbaraCabrera

“Denme un punto de apoyo y moveré el mundo. Me encargaré de influir en mi círculo cercano y de ahí en cascada”
#MíaFrase

Consummatum est, el 1 de diciembre ha iniciado un nuevo sexenio; del que algunos se vanaglorian y otros espurian. Sexenio que, desde mi óptica, constituye lo que he llamado a lo largo de varias entregas de Columna Nornilandia, la era de un futuro borroso.
La toma de protesta de quien es el nuevo inquilino de Los Pinos estuvo rodeada de tres elementos que es importante destacar: primero, el espaldarazo de sus correligionarios de Partido, al preciso en turno (nótese como intencionalmente escribí “el Partido” llamado así por la vieja guardia que ha sido desempolvada); segundo, el ambiente de tensión que se vivió en gran parte del país debido a la represión y detención de los manifestantes; y tercero, la cantidad de desplegados felicitando y regocijándose por la llegada de EPN.
En su segundo día, Peña Nieto encabeza la firma del Pacto por México en conjunto con las dirigencias del PRI, PAN y PRD; los Presidentes de ambas Cámaras del Congreso de la Unión, Coordinadores parlamentarios del PRI, PAN, PRD y PVEM, así como 27 de los 32 Gobernadores del país. Una carta de deseos que incluye 95 compromisos para dar rumbo al país. No hay que perder de vista que al ex gobernador mexiquense, hoy habitante de Los Pinos le gusta firmar compromisos a la menor provocación y no necesariamente los cumple; los hechos lo constatan. Mientras tanto, los otros continúan luchando por su libertad.
Y parece que cada seis años la historia está condenada a repetirse: vivimos entre la conformidad, la inconformidad y la desmemoria. Entre el servilismo, el valemadrismo y el activismo. Es como si nuestras vidas girarán única y exclusivamente en torno al gobierno en turno; como si el mundo se moviera al compás de las acciones y omisiones del partido ungido para tomar las riendas de un gobierno, en este caso de #MéxicoLindoyHerido. Transitamos, sobrevivimos y nos resignamos a estar divididos entre aquellos y nosotros. Entre unos y otros.
Sin duda, comienzan a darse los primeros trazos de lo que serán los próximos seis años. El bosquejo de lo que visualizamos, debe dar como resultado –no me cansaré de repetirlo- una ciudadanía comprometida, proactiva, participativa. Una ciudadanía que no tenga miedo a la represión. Una ciudadanía apoyada en sus representantes, de los cuales exigiremos no erigirse en aplaudidores de un sistema, sino en voz del pueblo.
En tiempos de crisis política, como los que coexistimos; es preciso revisar la utilidad y funcionamiento de las instituciones que conforman nuestro sistema político.
Hoy más que nunca, es preciso empujar para sacar este país adelante. No es suficiente con votar, no basta indignarse. Es preciso actuar, ser vigilantes del gobierno en turno y actuar en consecuencia.

¡Hasta la próxima Nornilandia!