20 nov 2012

“LA ÚLTIMA DE CALDERÓN”


@BarbaraCabrera

“El estudio con el que yo soñaría. El fin no justifica los medios”
Gregorio Marañon

Ineludible hablar en esta Columna sobre el fin del sexenio de Calderón. A 10 días de concluir, son varias las aristas que llaman la atención del que he denominado el sexenio del reciclaje; y con esto no me refiero a cuestiones medioambientalistas que lejos, muy lejos quedaron siquiera de ser miradas y resueltas.
Ese reciclaje consiste en mover de un lado para otro a los mismos actores aplicando la misma estrategia con escasos resultados. Lo afirmo y la realidad social imperante lo confirma. Aunque estoy convencida que cada personaje de la palestra pública tendrá en mayor o menor medida sus fervientes defensores.
Un sexenio que -en palabras de Alejandro Poiré, en su representación de Secretario de Gobernación- inició infestado de ratas; pero que poco o nada hicieron por erradicarlas. Lo que es más, las alimentaron, cuidaron y procuraron su bienestar; y hasta al cuarto para la hora de que concluya el sexenio, nos confirman lo que ya sabíamos: las ratas existen.
Otro acto de reciclaje fue la permanencia del Ingeniero mecánico venido a más, Genaro García Luna, heredado por foxilandia; y, supe de buena tinta, puede lograr acomodarse en algún lugar del sexenio que está por comenzar. Al tiempo.
Los carteles de las drogas en el Calderonato no solo se reciclaron, sino que se multiplicaron. Con información de La Silla Rota; de las siete organizaciones reconocidas por la Procuraduría General de la República que operaban durante el Sexenio de Vicente Fox (entre los que destacan: el Cártel de Sinaloa; Cártel del Golfo; Cártel de Colima; y, Cártel del Milenio); hoy, suman once y contando.
Mientras, deambulando por el país y sus últimas giras al extranjero; tenemos a un Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, bien puesto en su prolongada gira del adiós donde la palabra gobernar se ha convertido tan sólo en una anécdota. Se confirma: el fin no siempre justifica los medios.

¡Nos leemos la próxima Nornilandia!

Un placer compartir a través de la palabra escrita.