@BarbaraCabrera
“Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador.
Todos los demás son perdedores”
Winston Churchill
Con los comicios a celebrarse el próximo 13 de noviembre en Michoacán, culmina el calendario electoral de 2011; dirían algunos, la antesala rumbo a 2012 que representa un año clave para México lindo y herido; ya que, aunque tenemos una figura presidencial cada vez más diluida no dejamos de vivir en un sistema presidencial.
Se renovarán 113 ayuntamientos; 40 Diputados al Congreso del Estado, de los cuales 24 serán electos por mayoría relativa en cada uno de los distritos electorales de dicha entidad federativa, y 16 nombrados por el sistema de representación proporcional; además de elegirse al nuevo Gobernador del Estado.
Michoacán es una entidad que colinda con Colima, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Estado de México y Guerrero; así como con el Océano Pacífico. Además de su ubicación estratégica, no es desconocido que es uno de los estados más violentos de este país, motivo por el cual representa una situación sui generis tratándose de estos comicios. Recordemos como en mayo de este año se rumoró que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa tenía la intención de cancelar las elecciones debido al clima de inseguridad y violencia en la entidad ¿sería que su pretensión era que su hermana, la autodenominada “Cocoa” asumiera el poder sin obstáculos?
Mucho se ha dicho ya sobre las respectivas campañas electorales llevadas a cabo en Michoacán, -sobre todo las referidas a la Gubernatura que es donde centraré la atención de esta Nornilandia- mismas que según establece el Código Electoral del Estado de Michoacán “durante los ocho días previos a la elección y hasta la hora del cierre oficial de las casillas, queda prohibido publicar o difundir por cualquier medio de comunicación los resultados de encuestas, sondeos de opinión y resultados que tengan por objeto dar a conocer las preferencias electorales de los ciudadanos”; por una parte se ha percibido un ambiente de desigualdad en varios aspectos; los más notorios son la seguridad con la que contaba cada candidato a la gubernatura; mientras Luisa María, la orgullosa hermana de Felipe Calderón, -según lo dijo en el tragaluz de Milenio Televisión- tenía a su disposición un fuerte dispositivo comandado por el Estado Mayor Presidencial; los otros apenas contaban con algunos policías sea municipales y/o estatales. En cuanto a los topes de campaña, segura estoy que será motivo de fuertes señalamientos una vez que se declare un vencedor y se haga el recuento de los perdedores. Al final, quedará una vez más de manifiesto que lo importante es empoderarse “haiga sido como haiga sido”.
En el recuento tenemos siete partidos políticos en la contienda electoral y tres candidatos a suceder al actual Gobernador Leonel Godoy Rangel, para quien su estancia en el gobierno no resultó nada tersa ni exenta de complicaciones: por mencionar algunos casos recordemos el bombazo en Morelia el día del grito de independencia y el caso del “hermano incómodo”, que eclipsaron lo que parecía un sexenio estatal más en la tierra de las mariposas monarcas.
Mientras tanto, el Instituto Electoral de Michoacán alberga la esperanza de que la afluencia a emitir el sufragio supere el 50%, toda vez que en la anterior elección sólo acudieron a las urnas el 48.3% del padrón; veremos si Luisa María Calderón Hinojosa, Fausto Vallejo Figueroa y Silvano Aureoles Conejo tuvieron la capacidad de convencer a los michoacanos para que, a pesar del clima de inseguridad que impera, decidan en un acto democrático la conducción de Michoacán para los próximos seis años.
Una historia más está por escribirse en un rincón más de este México lindo y herido. Estemos atentos a ello.
Es todo por hoy.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!