9 ago 2011

“TRANSAS, MAÑAS Y MORDIDAS… ¡FUERA!”




@BarbaraCabrera

“En el marco de un asunto importante, siempre hay aspectos que nadie desea discutir”
George Orwell


 

Transparencia Mexicana (TM) ha presentado su quinto informe acerca del Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno. Al respecto, es conveniente preguntar ¿Qué es eso de Transparencia Mexicana? ¿Para que nos sirven este tipo de estándares? ¿Cómo son llevados a cabo? ¿Qué es lo que miden?

Todo deriva de Transparencia Internacional (TI), reconocida como la única organización no gubernamental a escala mundial dedicada a combatir la corrupción. Surge en 1993 y hoy en día tiene capítulos nacionales en más de 100 países. El capítulo México surge a principios de 1999 como un intento para enfrentar ésta problemática desde una perspectiva integral, a través de reformas a las políticas públicas y cambios en las actitudes privadas de los ciudadanos. ¡Vamos pidiendo a nuestros gobernantes se den una vuelta a TI en su apartado México para conocer estos parámetros y vean la triste realidad en que México lindo y herido esta situado! y que después de ello, actúen en consecuencia.

Ahora bien, la manera en que TM mide como estamos en esta materia, es a través de una Encuesta Nacional de Corrupción y Buen Gobierno, considerada una herramienta analítica que permite en un mismo instrumento medir experiencias y percepciones de los hogares acerca de la corrupción. ¡Así es mis lectores, hasta en las mejores familias se da la corrupción!

Esta encuesta registra, entre otras cuestiones, la frecuencia con la que se presentaron actos de corrupción en la gestión o recepción de más de una treintena de servicios públicos en un periodo de 12 meses. Es importante destacar que se aplica en las 32 entidades federativas del país, donde todos tenemos las mismas posibilidades de ser seleccionados para el estudio. Debido a su naturaleza y contenido, este instrumento metodológico está programado para levantarse cada dos años.

En esta Nornilandia, abordaré los resultados 2010 contrastándolos con el 2007.

Mientras que en 2007 se documentaron 197 millones de actos de corrupción; durante el año próximo pasado se identificaron 200 millones de actos de corrupción en el uso de servicios públicos proporcionados por autoridades de los tres niveles de gobierno; incluidos concesiones y servicios administrados por particulares.

Respecto a las “mordidas” (para mis lectores de otros países les comparto que éste término en México es una práctica muy común que es empleada al momento de cometer alguna infracción a la Ley. Consiste en resolver dicho problema por medio de intercambio de dinero, la cantidad es variable. Existen palabras clave para ello: un tostón ($50); un ciego ($100); una sorjuana o una sorpresa ($200); un quinientón ($500); una milanesa ($1000, en casos extremos). Además, hay maneras de referirse para aceptar la transacción o para rechazarla: “Súbase el cuello”: quiere decir que la cantidad propuesta no es suficiente, y es necesario aumentarla: “Ya nos estamos entendiendo”: Quiere decir que la cantidad es adecuada; “Pues de la multa es ´tanto´...”: Quiere decir que la cantidad ofrecida es mucho menor a lo que la autoridad cobra; “Usted valórelo”: quiere decir que el oficial no está seguro de cuanto cobrará, pero sabe que es más de lo que usted le ofrece; entre muchas otras)

Después de este breviario cultural; retomo los resultados de la medición de la corrupción. En 2010 las famosas “mordidas” costaron a los hogares mexicanos un promedio de $165.00; comparemos con 2007, cuyo promedio fue de $138.00, para acceder o facilitar los 35 trámites y servicios públicos medidos destinaron más de 32 mil millones de pesos en mordidas. En 2007 este costo fue de 27 mil millones de pesos. ¡Todo aumenta mis lectores, no solo la canasta básica, la gasolina o los impuestos, sino también los niveles de corrupción!

¡Fíjense nada más!, a pesar de lo complicado de la economía familiar; en promedio, los hogares mexicanos destinaron 14% de su ingreso a este rubro. ¡Vaya dato revelador!

Mientras que en 16 entidades federativas se ha reducido la frecuencia de corrupción respecto a 2007; en las otras 16 entidades del país el índice se mantuvo sin cambios o se incrementó.

Como ya se dijo Transparencia Mexicana, analizó el comportamiento de la gente frente a 35 trámites y servicios (los mismos estudiados en 2007), para lo cual se realizaron encuestas en 15,326 hogares de todo el país, entre ellos el pago de predial, la solicitud de una beca educativa, conexión de luz a domicilio, ingresar a trabajar al gobierno, obtención de la licencia para conducir, evitar ser infraccionado por un agente de tránsito y la búsqueda de un crédito o préstamos en efectivo para casa, negocio o automóvil. De éstos, 21 empeoraron en el nivel de corrupción y 14 lo redujeron.

Son datos que estoy segura no sorprenden a muchos, ya en una ocasión lo dije y hoy lo reitero, la corrupción invade nuestras vidas, hasta los aspectos más cotidianos.

¿Qué es lo que hacen ustedes para ayudar a disminuir estos estándares?, digo, porque las acciones que la generan son evidentes. ¿Lograremos en la próxima medición erradicar algunas de estas prácticas? o ¿Será que las transas, mañas y mordidas están destinadas a prevalecer? ¿Cuál es su opinión mis lectores?


Un placer compartir con ustedes.


¡Nos leemos la próxima Nornilandia!