@BarbaraCabrera
“El legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de ciudadanos
con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos”
Platón
Defender lo indefendible y lo que a todas luces constituye una ofensa para millones de mexicanos, es de dar pena ajena.
Por una cuestión estratégica he dejado hasta este día el tema de “la manta de la discordia” y lo ocurrido en torno a ella aquel enrarecido día 3 de febrero de 2011 cuando da inicia el segundo periodo de sesiones ordinarias correspondientes al segundo año de ejercicio de la LXI Legislatura en la Cámara de Diputados.
Respecto al asunto de las “mantas legislativas” quiero recordar a mis lectores que mi debut como Columnista fue precisamente con “De las tomas de tribuna al mantagate legislativo”
Y deje de manera intencional pasar algunos días para ver como se movía el termómetro de la “grilla política” y vaya que al Diputado Gerardo Fernández Noroña, le han llovido, como se dice de manera coloquial, las críticas exhacerbadas no solo de opositores políticos, sino de los medios de comunicación, erigidos en jurados de acusación y sentencia.
Se dio el caso que éstos últimos, lapidaron y adjetivaron a los legisladores que, en pleno ejercicio de sus atribuciones, se manifiestan de manera pacífica. Se atrevieron a aseverar que “de legislar ni hablamos”, lo que denota ignorancia al trabajo de los Diputados. Ya que el trabajo intelectual se lleva a cabo en las distintas Comisiones Legislativas y al Pleno pasa para continuar el trámite y debatir, en todo caso, los puntos finos o álgidos. ¡¡A estudiar se ha dicho señores comentaristas de noticias antes de lanzar tan atrevidos comentarios!!. Debe quedar atrás la práctica común de los conductores de noticieros, de editorializar la nota sin tener los argumentos necesarios sobre el tema abordado, porque lo único que logran es malinformar y confundir a la opinión pública.
Sostengo que a raíz de algunos acontecimientos suscitados en el mundo de la política, entre ellos el que tiene que ver con la “manta de la discordia”; se tiene que poner en la mesa de debate societal el uso de la libre manifestación de ideas, consagrado como derecho constitucional irrenunciable; el cual, desde mi punto de vista no puede, ni debe ser limitado por ley o reglamentación alguna. Y es que recordemos: con el pretexto de que se estaba violentando un procedimiento legislativo y con las facultades conferidas al Presidente en turno de la Mesa Directiva, se da por concluida la sesión del día aludido de manera anticipada.
Ante tal escenario, es imperioso planteemos y contestemos las siguientes interrogantes: ¿hasta donde un legislador puede manifestarse sin ser reprobado en ese acto? ¿Concluir de manera anticipada una Sesión de Pleno de la manera en que se hizo es ético? ¿Se considera correcta la utilización de mantas en un recinto legislativo? ¿Es necesario regular de otra manera este tipo de prácticas? ¿Cómo calificamos la actuación de ambos bandos: legisladores manifestándose y diputados molestos ante esta situación?
También se han criticado de la “manta de la discordia”, que exhibió aspectos personales de quien despacha en Los Pinos; lo que debe ocuparnos, en todo caso, a quienes tenemos el derecho de elegir a nuestros gobernantes; es que si el Presidente de la República tiene problemas con su manera de beber, entonces ¿de que manera se están tomando las decisiones del rumbo del país?
Lo que es evidente, es que cuando la intolerancia impera y se dirije solo a beneficiar un proyecto político o personal propio; se olvidan que existe una sola causa por la cual luchar: el bien de México.
Tu opinión es muy importante, deja tu comentario.
Es todo por hoy, ¡Nos leemos en la próxima Nornilandia!