@_BarbaraCabrera
♫ ♪ Bésame
Bésame mucho
Que tengo miedo a perderte
Perderte después ♫ ♪
No, esta
Nornilandia no está dedicada a la gran canción compuesta por Consuelo Velázquez
que precisamente da título a esta Nornilandia. El objetivo de esta entrega es –a
propósito de que estamos en el mes del amor y la amistad- hablar de los
quereres del bloque opositor que carente de moral, buenas maneras y atiborrado
de cinismo e hipocresía se pierden el asco para intentar recuperar el poder; y
con ello, los privilegios mal habidos a que estaban acostumbrados.
La oposición vive
un idilio –con sus altas y bajas- al que es necesario poner la lupa para
desenmascarar sus mentiras.
Hagamos un breve
recuento. Desde la época de Carlos Salinas comenzó a gestarse lo que hoy
reconocemos como PRIAN, el cual tiene la tendencia a reclutar membretes menores
como el PRD, partido caído en desgracia, cuyo número de militantes como bien
dice Jorge Armando Rocha caben en un Starbucks; y a lo que agrego, se la pasan
invocando el mantra de Mumm-Ra para no perder el registro de una vez y para
siempre; vociferando las siguientes palabras: “antiguos espíritus del mal…
transformen este instituto político decadente en la chuchiza… la inmoral”
A ese PRIAN en
ocasiones se les une el Partido Movimiento Ciudadano (que como bien sostiene
Álvaro Delgado: ni es movimiento, ni es ciudadano; es un vil partido político)
todo ello para convertirse en el convenenciero McPRIANRD. Lo cierto es que
gozan de besarse mucho, pero esos ósculos que se dan no son de ceniza, sino de
judas.
Los integrantes
de la oposición moralmente derrotada han intentado aliarse una y otra vez y nada
les sale bien.
Ellos, los que
gustan de besarse mucho, se entregan entre sí para luego repudiarse y enseguida
volver a juntarse sin miedo al éxito y en un ambiente de toxicidad; han pasado
por “boas”, “frenaaas”; un supuesto “Frente Cívico Nacional”; ofrecer “Futuro
21”, agruparse en un “Sí por México” que transmutó a “Va por México” –cuya
asociación va y viene; y que en esos vaivenes les dio por renombrarse como
“Unid@s” (así con arroba), en el fondo sabemos muy bien para que lo están: para
robar, para delinquir y enquistarse otra vez en el poder.
Sus caretas son
múltiples. La más reciente iniciativa se llama “Punto de partida por un Méxicolectivo”,
misma que inició desmoronándose y con deslindes. El primero de ellos, el del
ambivalente Cuauhtémoc Cárdenas que en lo oscurito se deja querer al estilo bésame
mucho y en los reflectores dice que siempre no.
Y entre todo ese
amasijo de logos y enfundados en un disfraz de Sociedad Civil, se esconden
ellos: los sátrapas, los veletas, los vulgares ambiciosos, los corruptos, los
patrones; los saqueadores; los vivales, los que insultan al pueblo, los que
compran votos; los que se creen dueños de México.
Bésame mucho se
dicen entre ellos; los que cambian de ideología, de parecer y de aliados, como
si cambiaran de calcetines; y que crean grupos de WhatsApp para constituirse en
grupos de odio y autoayuda.
Los que están
moralmente derrotados, sin miedo al escarnio público, insultando y denostando
al pueblo, le imploran a los ciudadanos que se unan a ellos para combatir la
dictadura de López. Ellos, me evocan al meme donde un psiquiatra le pregunta a
su paciente: “y esa dictadura que dices, están aquí entre nosotros”
Por ejemplo, Lorenzo
Córdova Vianello y Ciro Murayama Rendón, temeraria e indolentemente afirmaron al
puro estilo porfirista al presentar su libro llamado “La democracia no se toca”
que más bien parece un libelo; (el cual por cierto hizo suya la foto de la
marcha cuyo lema fue “El INE no se toca” para ponerla en la portada) que la
democracia no está en el ADN de los mexicanos. Mientras tanto, este par de
árbitros parciales dejan ver sus quereres y amor por la oposición moralmente
derrotada, tanto que la han hecho suya, la besan; la apapachan, se reúnen con
ella en lo oscurito para unir fuerzas y derrocar a “la dictadura macuspanica”;
en suma, Lorenzo y Ciro, son miembros honorarios del bloque opositor.
No hay duda, los
integrantes de la minoritaria y ruidosa oposición moralmente derrotada,
utilizan las causas del momento como hotel de paso. No se respetan ni un
poquito, ni pensar que lo hagan hacia el pueblo, al que desprecian con cada una
de sus acciones.
La oposición
vive de los arrumacos; no tienen principios, ni ideales; los mueve el interés por
recuperar los privilegios mal habidos que han perdido ante un cambio de
régimen.
Se empeñan en
llamar polarización a la instauración de una nueva manera de gobernar del Presidente;
quien manda obedeciendo al pueblo. Nosotros les decimos, se equivocan pues se
trata de una politización que implica la revolución de las conciencias.
Desde esta
Nornilandia le digo a la oposición moralmente derrotada; a ustedes los supera
sus ganas de militancia hueca y sin sentido; a nosotros, nos mueve un sólido proyecto
de transformación.
Tomen mi consejo
y dejen de caricaturizarse a la menor provocación y con ello ser materia potencial
de memes; mejor pónganse a pensar (sí, sé que es mucho pedir, pero inténtenlo)
para que redacten y den a conocer su proyecto de Nación, para que de una vez
por todas queden al descubierto como lo que son: unos vulgares ambiciosos,
desconocedores de México y que menosprecian al pueblo.
No se pierda de
vista ¡es tiempo de definiciones y temporada de zopilotes! No hay espacio para
gatopardismo.
Aquí solo hay
dos proyectos de Nación, dos maneras de querer u odiar a México; y como
atinadamente lo dijo el Presidente Andrés Manuel en una de las mañaneras: “se
está con el pueblo o con los oligarcas”
Es todo por hoy.
¡Hasta la
próxima Nornilandia!