@_BarbaraCabrera
“No se criminaliza a la ciencia. Se criminaliza a los falsos científicos que se robaron millones de pesos del CONACYT”
Esta es una frase que circuló
en redes sociales
Comenzaré diciendo: los neoliberales creen que todos son de su condición. ¡No señores, no somos iguales! Ustedes aman el erario para servirse de este descaradamente y a manos llenas; además, odian a México ya que no lo conocen, ni lo han recorrido como se debe.
Acostumbrados
a utilizar el dinero publico a su conveniencia, a tener por ello una vida de
lujos y privilegios, pasando por encima de la voluntad del pueblo; a ejercer “la
plenitud del pinche poder” (así
tal cual como el ciudadano Vargas de
Tal es
el caso del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), “institución
responsable de establecer las políticas públicas en humanidades, ciencia,
tecnología e innovación en México. Como cabeza del sector Ciencia, Tecnología e
Innovación (CTI), define estrategias, articula y coordina las capacidades
nacionales en investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación del
país, impulsando de manera prioritaria la ciencia de frontera y la
investigación que incida en la búsqueda de soluciones a los grandes retos de
México con el objetivo de fortalecer la soberanía científica e independencia
tecnológica de México, bajo los principios del humanismo, la equidad social y
el cuidado ambiental”.
Con el
cambio de régimen –en marcha desde el 1 de diciembre de 2018- ha quedado al
descubierto la cloaca, y en el caso que ocupa la atención de esta Nornilandia,
se ha revelado en las conferencias de prensa matutinas –conocidas como “Las Mañaneras”,
consideradas como un mecanismo de diálogo circular y de rendición de cuentas,
liderado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador- el ofensivo saqueo a
este organismo público durante la época neoliberal.
Uno de
estos casos lo dio a conocer en “
Ante
tan vergonzantes acontecimientos,
Asimismo
se encuentra el caso del “Foro Consultivo Científico y Tecnológico, A.C.” Al
respecto, el CONACYT presentó una denuncia ante
No se
pierda de vista, ni se confundan: la obligación de las instancias de gobierno
correspondientes, es asegurar que los recursos públicos dedicados a la ciencia
y la tecnología sean ejercidos de manera eficiente, austera, transparente y
sean otorgados de manera directa; situación que no ocurrió en este caso, de ahí
la necesidad de que
Asociado
a ello, es oportuno que se sepa: entre 2012 y 2018 se llevo a cabo una
reducción de recursos en convocatorias abiertas referentes a problemas
nacionales, ciencia de frontera, ciencia básica y otros para que la comunidad
científica pudiera acceder a éstos.
Ya lo
ven, ¿en manos de quienes estábamos? dejo esos datos para la reflexión y la
provocación.
En
suma, durante la época neoliberal, la ciencia fue vapuleada, vilipendiada, echa
un lado y utilizada para que unos cuantos obtuvieran jugosos beneficios, los
cuales iban directamente a sus bolsillos, no así para contribuir al bienestar,
progreso y desarrollo científico del país.
Hoy,
estamos modificado dicha situación, sabedores de que el conocimiento científico
en particular; así como la generación, extensión, retroalimentación y
divulgación del conocimiento en general –visto desde cualquier área del
pensamiento- debe ser una constante, llevado a cabo sin simulaciones y
apoyándose en un modelo integral, sistematizado, ordenado y equitativo.
No
es una sorpresa que aquellos que ayer se beneficiaron sin aportar al progreso
del país, ahora se enreden en la bandera de la cientificidad, y decidan saltar
y despotricar invocando ser perseguidos políticos, además de acudir a la minoritaria
#OposiciónMoralmenteDerrotada para ser apapachados y defendidos.
Esos,
son los mismos cuya naturaleza es actuar con exacerbado cinismo y a pesar de
que la justicia los está alcanzando –insisto- se endilgan la etiqueta de perseguidos
políticos, además, resulta que cuando esto ocurre, suele darles un patatús, por
ende, alegan estar enfermos para no enfrentar sus responsabilidades; ¡Ah, pero
que tal gozaban de cabal salud en aquellos tiempos de neoliberalismo! tanto que
no les dolía nada mientras cometían sus fechorías, burlándose del pueblo y
viéndonos hacia abajo.
En
este orden de ideas, continuando con al abanico de excusas de este nuevo club
de impresentables –el de los “científicos” del neoliberalismo- que se
encuentran y se suman a sus huestes neoliberales, suelen vociferar: somos
“científicos”, nosotros sí sabemos como hacerlo, acabaremos con la pandemia en
100 días; cuando detentamos el poder éramos un país próspero y estábamos en
jauja y bla, bla, bla… ¡nada más lejano a la realidad! La muestra es el
desastre de país que el neoliberalismo y sus personeros nos dejaron. Hoy nos
toca –en la medida de lo posible- enderezar entuertos ocasionados por décadas
del antiguo y decadente régimen del mal.
Los
tiempos cambiaron y con ello estamos dando un rumbo distinto al país;
regenerando la vida pública.
Después
de 51 años de hacer sido creado el CONACYT, merecía la
llegada de un nuevo régimen para reorganizar y meter orden a la gestión de la
ciencia. Es de vital importancia hacerlo posible y desde nuestras trincheras, es
preciso unirnos al esfuerzo llevado a cabo por
Esos
que ahora se dicen perseguidos políticos y se creen ungidos de algo que jamás
han practicado: la honestidad, les digo: ¡paren de
llorar y abran paso a una nueva era que implica un cambio de régimen, donde
sépanlo, sus corruptelas quedarán al descubierto!
Es todo
por hoy.