“Twitter se ha
convertido en el sistema nervioso de nuestras sociedades, y hay que aprender a
utilizarlo”
José Luis Orihuela
¿Qué está pasando? Para dar respuesta a esta sencilla
interrogante unos hablarán de su condición de vida; otros, del clima; algunos
más, de la situación del país; seguro habrá quien aprovechará para hablar de
otros; existirán quienes no tengan la menor idea que responder; determinado
sector aprovechará para dar a conocer su pensamiento, ideas y escritos; unos
más, no sabrán que están respondiendo a esta pregunta; además, entre todos
ellos estarán quienes a partir de expresar algo de manifestarán y movilizarán;
paralelamente coexistirán los que intentarán fastidiar, romper cercos y
organizaciones.
Pero, ¿Qué
podrían tener en común los personajes que pretenden –a veces sin saberlo- dar
respuesta a la interrogante aludida? ¡E x a c t o! Lo que los une es que son
tuiteros; escrito
también como twittero o twittera. De tuit y ero, a. Persona que hace uso de Twitter, que tuitea. ¿Sencillo verdad? Eso parece hasta
que se está frente a la pantalla de tu móvil o PC, con tu cuenta de Twitter aperturada y no tienes la menor
idea de que va esta Red.
Lo cierto es,
que gracias a la red de los 140 caracteres, ha sido posible llevar a cabo
cambios en la vida pública; hoy son pocos los políticos que no tienen su
cuenta, algunos aguantan y otros más nos avientan a sus bots y trolls. ¡Ya no hay
intocables!
Casos como la
guardería ABC, la intentona de regular Internet, Tlatlaya, Ayotzinapa, la Casa blanca, la de Malinalco,
así como las propiedades que gentil y a precio de envidia ha dado a altos
funcionarios el grupo HIGA; además de múltiples actos de corrupción e impunidad
se han dado a conocer con un solo tweet que
es replicado y continuado. Ese es Twitter,
como herramienta política. [Para profundizar sobre este tópico invito a leer: CABRERA
Pantoja, Bárbara Leonor, “Internet como
herramienta política”, sección análisis en Revista Quaestionis número 20,
año 3, julio-agosto 2015, México. Consultable en http://bit.ly/1HJ4Ua6]
Del otro lado
de la moneda, tenemos a los gobernantes, políticos y legisladores que utilizan
la red para dar a conocer lo que hacen, invitando con ello a dar marcaje
personal a sus actividades y hacer lo propio con aquellos que aún se niegan a
decir qué, cómo, cuánto y para que llevan a cabo alguna acción o política
pública. Este es Twitter como
herramienta gubernamental.
Dialogar con personas de distintas culturas y diversas
partes del mundo, para saber, para ignorar menos lo que ocurre en todo el orbe,
nos ayuda a la toma de decisiones, concientes del proceso de mundialización en
que estamos inmersos; es otra de las bondades de Twitter; una red de
comunicación ha transformado la forma de comunicar y divulgar el pensamiento.
En fin, tal cual una plaza pública, en Twitter transitamos, conversamos,
observamos, debatimos, disentimos. Y lo hacemos en 140 Caracteres. En este sentido
podríamos clasificar a los tuiteros/as, para efectos prácticos, en dos grandes
categorías:
a) Tuiteros queridos, queridos tuiteros…
Tuiteros, vénganche pa'ca \(˘ε˘ )/
b) Tuiteros indeseables… \(•_•)_† ¡Atrás
Tuiteros! ¡Atrás! ¡Que se alejen les digo!
Extiendo la invitación a quien ya utiliza la Twittósfera
a potencializar su uso; y especialmente a quien aún no tiene una cuenta en esta
Red, a que se inicie en un mundo de comunicación que marca tendencia.
Y debido a que Twitter
casi nunca se comprende a la primera, pongo a disposición de todos, una
manera ágil y creativa de hacer suya la tierra de Larry; con este ABC de Twitter. Agradezco a quienes ya
lo adquirieron; y a quienes no, les dejo el siguiente enlace para que vean de
que trata: http://bit.ly/1KzcQO4
Entonces ¿Qué
esta pasando? Se los cuento en 140 caracteres, a un tweet de distancia me encuentran como @BarbaraCabrera
Por hoy es
todo.
¡Nos leemos
la próxima Nornilandia!