@BarbaraCabrera
Cambiar
al mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía sino justicia…
Veamos, en
esta jornada electoral se votó para renovar 9 gubernaturas [Baja
California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro,
San Luis Potosí y Sonora]; 600 diputados locales, 871
Ayuntamientos; 16 jefaturas delegacionales del Distrito Federal; y, 500 diputados
federales [300 uninominales y 200 plurinominales].
El gran total, es que se eligieron 1996 cargos de elección popular.
En gran parte
del país, el reporte indica que las casillas tardaron en abrir; todo apuntaba a
una de tantas técnicas disuasivas para inhibir el voto de los 83 millones 563
mil 190 ciudadanos con derecho a ejercerlo; esto aderezado a la falta de
funcionarios de casilla, por razones diversas [inseguridad,
hartazgo, falta de credibilidad a la autoridad electoral y partidos políticos,
entre otros]. Al final únicamente votaron el 48%.
Asimismo,
durante la jornada electoral se llevó a cabo un juego amistoso México-Brasil,
perdiendo el primero junto a su director técnico Miguel Herrera conocido como
“El piojo”; no solo por el partido mismo, sino por inmiscuirse directamente en
política, pintando sus desafortunadas declaraciones de verde.
Antes y
después del 7 de junio, estuvimos frente a una autoridad electoral tardía en la
imposición de sanciones y diluida en la legitimidad. Aunado todo ello a los
desgastados partidos políticos tradicionales que decían ofrecer algo nuevo;
aparte de las recién estrenadas candidaturas independientes. Sin olvidar a las
televisoras que lanzando a sus empleados faranduleros llamaron a votar por un
partido que de verde solo tiene el nombre.
Las sorpresas
con los candidatos independientes, que obtuvieron el triunfo electoral, no se
hicieron esperar; al respecto, tenemos tres ejemplos: para gobierno del
Estado [Jaime Rodríguez Calderón, conocido como “el Bronco”, ganó
la gubernatura en Nuevo León], diputación federal [Manuel
Clouthier Carrillo, obtuvo un escaño por el distrito V de Sinaloa];
para diputación local [Pedro Kumamoto consiguió una curul
por el distrito 10 de Jalisco].
Por otra parte no dejar de señalar la una presidencia municipal obtenida por Cuauhtémoc Blanco, quien "gobernará" Cuernavaca, Morelos. Está por verse cual será el desempeño de cada uno de estos personajes y que tanto repercute en la forma de gobernar la manera en que llegaron al poder.
Por otra parte no dejar de señalar la una presidencia municipal obtenida por Cuauhtémoc Blanco, quien "gobernará" Cuernavaca, Morelos. Está por verse cual será el desempeño de cada uno de estos personajes y que tanto repercute en la forma de gobernar la manera en que llegaron al poder.
También,
quedarán para el anecdotario ejemplos vergonzantes como el de Guillermo
Cienfuegos Pérez, alias “Lagrimita”, cuya candidatura independiente –ganada en
los tribunales- solo dio risa y se antojo más como una bizarra función
circense.
Aquel 7 de
junio, unos votaron y otros botaron. Unos lucharon y otros se conformaron.
Algunos anularon y otros se manifestaron. Otro elemento a destacar, es que las
Redes Sociales tuvieron un lugar preponderante e intenso antes, durante y
después de la jornada electoral; incluido el hackeo a la cuenta en Twitter
del Instituto Nacional Electoral [@INEMexico] y la activa
participación para informar al momento cada dato, cada incidencia, cada
situación acontecida ese día.
Y aunque la
composición de la próxima Legislatura de la Cámara de Diputados no dio para quitarle el
Congreso a Peña, tenemos ante nosotros un gran reto ciudadano porque no todo
comienza y termina al emitir un sufragio.
En esta
tesitura, más allá de lo ocurrido el 7 de junio, incluida la numeralia, nombres
y cargos; llegó el tiempo de reflexionar, para superar la
Ley Seca de la Democracia :
¿Qué nos evidencia esta jornada
electoral?
¿Qué cauce le estamos dando a este
país?
¿Qué camino vamos a seguir como
sociedad?
¿Qué podemos y debemos hacer cada uno
de nosotros para contribuir?
Sin perder de
vista que en este tiempo de crisis política, donde se incrementa el fenómeno de
desafección de los ciudadanos hacia la política y políticos; es inaplazable
replantear el papel de las instituciones y de las leyes que les dan vida.
Lo dejo a la reflexión.
¡Hasta la
próxima Nornilandia!