@BarbaraCabrera
“El
derecho de voto es un derecho que nada ni nadie puede quitar a los ciudadanos”
Jean-Jacques
Rousseau
Época intensa
de campañas y de spots, donde los
ciudadanos estamos siendo bombardeados por la guerra sucia entre partidos
políticos y de cancioncillas pegajosas y sin contenido. Estamos constatando –de
nueva cuenta- el bajo nivel de los partidos políticos; por lo que tenemos que
ser muy lúcidos para diseminar información para saber, y en consecuencia, votar
en libertad y con responsabilidad.
Sé muy bien
que estamos en tiempos convulsos, el desanimo se respira en el ambiente y se
traslada a las Redes Sociales, donde cierto porcentaje de la población cree que
con votar no ganarán nada ¡nada más alejado de la realidad!
Les explico,
nuestro sistema jurídico no establece un mínimo de votos para que una elección
sea válida. Por ende, un candidato puede ganar con un solo voto o con uno de
diferencia en relación a su contrincante (en este país, no se contempla la
segunda vuelta).
Una polémica
se desata en el actual fenómeno de desafección de los ciudadanos hacia la política
-incluido todo lo que de ella deriva y representa- cuando los desencantados
votantes concluyen que su voto no vale nada; toda vez que corresponde a los
partidos políticos la selección de los candidatos, incorporándose a partir de
esta elección, los candidatos independientes; pero no todo está dicho, ya que
la última palabra la tenemos nosotros los ciudadanos.
En este
sentido, los convoco a que piensen muy bien antes de querer anular o decidir no
acudir a las urnas a ejercer ciudadanía; este es un mecanismo que aunque no es
una varita mágica para cambiar la situación, si permite delinear el mapa de los
gobernantes y representantes que vienen. Este contexto, nos permite dar pasos contundentes
para recomponer esta incipiente democracia; porque si alguien rescatará lo que
nos queda de país, seremos los ciudadanos proactivos.
Si todavía no
están convencidos, dejo por aquí ocho razones para no votar:
1. No votar conviene a los enquistados
en el poder.
2. No votar solo sirve para los
políticos reciclados y anquilosados.
3.
No votar es una manera de no querer
un mejor futuro.
4.
No votar para que todo siga igual y
con amplias posibilidades de empeorar.
5.
No votar implica que otros decidan
por ti.
6.
No votar es callar ante una situación
que pide que todos nos impliquemos en la cosa pública.
7. No votar es consentir y hacer saber
que estás cómodamente sentado en tu sillón de status quo.
8.
No votar es la mejor manera de no molestar
a los gobernantes que saltan de un cargo al otro sin rendir cuentas a quien se
deben; es decir, a nosotros los ciudadanos.
Desde luego,
se pueden sumar más. No perdamos de vista que de los arrepentidos se hace el
mundo de las campañas, y escucharás en cada spot
y promesa, que ahora sí actuarán como deben; seamos capaces de observar como
estamos, que queremos, cuales son las promesas y de que manera lograr un
equilibrio de poderes, a través de nuestro voto. Pronto llegará el 7 de junio y
los ciudadanos tendremos en nuestras manos el poder de decidir si seguimos
dejando en manos del dinosaurio y sus satélites este país o si de una buena vez
rescatamos con acciones a este #MéxicoLindoyHerido.
No lo
olvides, intensifiquemos la voz del Doctor Samuel Hernández Apodaca
(@iusfilosofo) este 7 de junio #QuítaleElCongresoaPeña para restarle poder y
aumentar el de los ciudadanos.
Por hoy es
todo.
Nos leemos la
próxima Nornilandia