@BarbaraCabrera
Los 5 minutos de
Cordero. El día de
ayer 23 de octubre de 2012 al seguir en vivo y en directo la sesión de la
Cámara de Senadores, veo como la hora cero ha llegado: la crónica de una
reforma laboral consumada, manto que cubrió el punto neurálgico de los asuntos
que captaron la atención de los Senadores, así como de los ciudadanos
interesados en estos tópicos.
La cámara alta, después de haber aprobado en
comisiones la minuta de su colegisladora, hace lo propio, luego siguiendo el
cauce que dictan las cánones del procedimiento legislativo pasa al Pleno para
su aprobación. Ya en este escenario, de repente Ernesto Cordero –personaje
entrañable de la palestra pública, debido a su comicidad involuntaria- quien
por un golpe de suerte y respaldado por su entonces jefe Calderón llega al
Senado siendo ungido con el cargo máximo: el de Presidente de la Mesa Directiva
del primer año de ejercicio de la Legislatura. En su papel, Cordero decreta un
receso de 5 minutos para ver cuales son realmente los artículos que se
reservaron para la discusión de la traída y llevada reforma laboral. Minutos
que se extendieron por más de una hora.
¿Acaso se habrá detenido el reloj de Cordero
Arroyo? O bien, ¿ya aprendió los buenos oficios que proporciona el reloj
legislativo? Este mis lectores es un personaje donde hay que tener la lupa
puesta para evaluar su desempeño y actuar en consecuencia.
Las comillas de Ciro.
22:00 horas, algunas
veces sintonizo Milenio Televisión; para efectos de lo que quiero mencionar
tiene que ser de lunes a jueves porque el viernes no sale a cuadro. Veo como
editorializa al entrar al aire y entrecomilla de manera constante. ¿Su nombre?
Ciro Gómez Leyva, comunicador y columnista de Milenio. No perdamos de vista que
también cuenta con un espacio en Tercer Grado de Televisa y en Telefórmula.
Pero... ¿Por qué dedicar un comentario en
Nornilandia a las comillas de tan singular personaje?, nada más y nada menos
porque Ciro representa a ese "periodismo" (si leyeron bien mis
lectores, entrecomille la palabra periodismo) tradicionalista, desgastado,
retador, y podría decir hasta soberbio... ¿Cómo olvidar su primer celebre
entrecomillado en alusión a los muertos colaterales del sexenio fallido de
Calderón?; ¿Quién no recuerda las encuestas diarias de Gea-Isa de las cuales
Gómez Leyva salió con un usted disculpe porque lejos quedaron del triunfo
adelantado a quien resultó Presidente electo?
¿Y la transparencia sindical Apá? Es una de las recurrentes preguntas planteadas cuando se abordan temas sindicales; y no solo por aquellos agremiados a alguno de ellos, sino sobre todo por quienes somos críticos de los poderes caciquiles que desde ahí se maquilan, erigen, reproducen y consolidan.
Los nombres más representativos y dicho sea de paso situados en
el ojo del huracán son: Elba Esther Gordillo y Carlos Romero Deschamps.
Recientemente reelectos en el seno de sus respectivos sindicatos; el SNTE y de
los petroleros, respectivamente. Dos rubros delicados de la agenda nacional: el
educativo y el de los hidrocarburos.
Con esta noticia y a poca distancia del 1 de diciembre –fecha en
que da inicio el nuevo sexenio- parece que las cartas están marcadas; que el
camino ha sido trazado; como si el próximo habitante de Los Pinos de repente,
además de las sombras que lo cobijan, tiene otras dos que lo arroparán, ya han
mostrado su músculo y de lo que son capaces y eso solo es la muestra pública,
imaginen que no se consumará en privado.
Y entonces ¿la transparencia sindical? ¡muy bien gracias, no ha llegado!
Es todo por hoy.
Nos leemos muy pronto, en otra Columna
Nornilandia y en Twitter intercambiemos ideas, me encuentran como
@BarbaraCabrera