@BarbaraCabrera
“Internet facilita la información adecuada, en el momento adecuado, para el propósito adecuado”
Bill Gates
Inevitable traer a la Columna Nornilandia un tema que está causando revuelo, me refiero a la censura que se está viviendo en Internet, ese ciberespacio donde interactuamos para distintos fines y con diversidad de personas. Algunos fatalistas dirían “al paso que vamos Internet está en riesgo de desaparecer”; otros tantos son moderados al referir que es necesario comenzar el debate para ver hacia donde debe transitar esta Tecnología de la Información y Comunicación.
Demos un vistazo de lo que está ocurriendo en otras latitudes.
Debido a acontecimientos recientes, comenzaré por aludir a Estados Unidos quien estaba considerando una censura a gran escala. Por todos conocidos es la multicitada y repudiada Ley SOPA (Stop Online Piracy Act) presentada en la Cámara de Representantes; y aunque fue retirada por su autor Lamar S. Smith, ha quedado claro el interés de este país en controlar la Web; así que a estar atentos para manifestar nuestra inconformidad por si intentan “revivir” dicha iniciativa. Además, no hay que olvidar que en el Senado de EEUU se encuentra el proyecto PIPA (Protect IP Act). En las redes sociales se celebra que se enfriara la SOPA y se apagara la PIPA.
Y mientras esto ocurre, el 19 de enero de 2012, el FBI anuncia el cierre de la popular página de descargas Megaupload por un supuesto delito de piratería informática y la detención de cuatro de sus ejecutivos, entre ellos su fundador, Kim Dotcom, en Nueva Zelanda.
Sin embargo, no es una situación nueva. Desde 1996 la República Popular China ha manifestado su tendencia a censurar Internet a través de distintas leyes y reglamentos administrativos. El gobierno ha promulgado por lo menos sesenta regulaciones con el objetivo de controlar el contenido que se divulga. A manera de ejemplo, les comparto un artículo de la normativa Computer Information Network and Internet Security, Protection and Management Regulations del Ministerio de Seguridad Pública, promulgado en 1997, que advierte:
“Ninguna unidad o individuo puede utilizar Internet para crear, reproducir, recuperar o transmitir los siguientes tipos de información:
1. Incitar a resistir o violar la Constitución o las leyes o la aplicación de los reglamentos administrativos;
2. Incitar a derrocar al gobierno o el sistema socialista;
3. Incitar a la división del país, perjudicando a la unificación nacional;
4. La incitación al odio o la discriminación entre las nacionalidades ni perjudicar la unidad de las nacionalidades;
5. Hacer falsedades o tergiversar la verdad, la difusión de rumores, destruyendo el orden de la sociedad;
6. Promoción de las supersticiones feudales, material sexualmente sugestivo, juegos de azar, violencia, asesinatos;
7. Participar en actos de terrorismo o incitar a otros a la actividad criminal; insultar abiertamente a otras personas o distorsionar la verdad para calumniar a personas;
8. Perjudicar a la reputación de los órganos del Estado;
9. Otras actividades en contra de la Constitución, las leyes o reglamentos administrativos.”
Justamente hace un año, en Egipto se dio un “apagón” de Internet el cual dejó fuera de línea a todo el país africano. Las protestas que exigían la devolución del servicio de Twitter y Facebook, por supuesto, no se hicieron esperar. Trascendió que con dicho acto el Gobierno de ese país pretendía impedir a sus habitantes comunicar al exterior su situación política y social.
Esta es sólo una muestra representativa de tres casos de censura en el mundo, uno de ellos se ha logrado detener momentáneamente; mientras el de China es un asunto llevado a extremos. Pero no son los únicos, para ello menciono que cuatro prestigiosas universidades -Oxford, Cambridge, Harvard y Toronto- se unieron para llevar a cabo un estudio sobre la censura en Internet, y los resultados no son nada alentadores: se cuentan 25 países que controlan lo que sus habitantes pueden ver en la red.
En el siguiente mapa pueden percatarse de cuales se trata:
¿Qué es lo que pasa en México? ¿Será que somos un país censurado en estos menesteres o estamos en miras de serlo? El 15 de diciembre de 2011, el Senador Federico Döring Casar, presentó una iniciativa para reformar las leyes de Propiedad Industrial y de Derechos de Autor; donde propone que los usuarios que compartan contenidos protegidos por las citadas normas, aunque no tengan intenciones de lucro, sean sujetos a sanciones y un proceso legal si el autor lo requiere. Por ejemplo, dejará de ser posible compartir un video de una canción en Facebook o YouTube sin haber solicitado permiso al titular de los derechos de la obra. Esta propuesta podría ser discutida cuando inicie el período de sesiones febrero-abril del Senado.
Retomando la pregunta planteada en el título de esta Columna. ¿Y yo por qué? –diría Internet- nada más y nada menos porque es la columna vertebral de la sociedad de la información forjada en la era del conocimiento y como este último genera poder; a los gobernantes les asusta una ciudadanía organizada, informada y con los conocimientos necesarios para cambiar el rumbo de aquello que consideramos perjudicial para el país que nos ha tocado vivir.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!