@BarbaraCabrera
“¿Cómo habrá sido el asunto? ¿Las dos cosas serán obras de un mismo sádico?
¿O puro gusto de fastidiar en equipo, un cretino inventó la cuchara y ahí nomás a otro depravado se le ocurrió la sopa?”
Mafalda
Inicio con esta frase de Mafalda, una niña curiosa, inquieta y terriblemente irónica; contestataria, con una mente abierta y propensa a filosofar a partir de cualquier hecho cotidiano. La envuelve el pesimismo y la preocupación, debido a las circunstancias que la aquejan inevitablemente; y además, odiaba la sopa, refiriéndose no propiamente al alimento sino haciendo alusión a la crítica a un régimen político.
En estos momentos parafraseando a Mafalda diría: un creativo invento Internet y a un cretino se le ocurre vetarlo. De eso precisamente trata la Nornilandia de este día.
Acompáñenme mis lectores a Mafaldear por México lindo y herido a propósito de la Ley SOPA.
¿Qué es la Ley SOPA? ¿Quién la propone? ¿Cómo afecta a la era de la tecnología y la información? ¿Existe alguna manera de detenerla?
La Ley SOPA (Acta de Cese de la Piratería Online) por sus siglas en inglés Stop Online Piracy Act, es un proyecto de ley propuesto ante la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, el 26 de octubre de 2011 por el representante Lamar S. Smith, y un grupo de copatrocinadores. Tiene como objetivo principal combatir el tráfico online de contenidos y productos protegidos, ya sea por derechos de autor o de propiedad intelectual. Ejemplo de ello lo tenemos en la música, películas, libros, obras artísticas y productos copiados o falsificados que no tributan las correspondientes tasas a los propietarios de sus derechos de autoría o invención.
Desde su origen, la iniciativa es permisiva para que tanto el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, como los propietarios de derechos intelectuales, obtengan órdenes judiciales contra aquellos sitios de internet que permitan o faciliten la violación a los derechos de autor.
En este caso, existen distintas acciones previstas para el sitio Web infractor y son:
* Limitar el acceso a empresas que brindan un servicio de facilitación de pago tales como PayPal o que ofrecen dinero a cambio de colocar publicidad online.
* Restricción en los buscadores que vinculan con tales sitios.
* Requerir a los proveedores de internet, para que bloqueen el acceso a dichos dominios.
Originalmente el 23 de enero de 2012 estaba agendada la discusión para su posible implementación; trasciende que se ha decidido “congelar” su tramitación hasta encontrar un consenso parlamentario entre las partes debatientes; lo cual no obsta para estar atentos a lo que ocurra en este tenor. Sobre todo porque estamos hablando de una medida legislativa que incide en todo el orbe.
Por su parte, la Casa Blanca ha emitido un comunicado refiriéndose a la polémica ley, señalando que el gobierno del presidente Barack Obama no la aprobaría si ésta tiene como propósito promover la censura, socavar y/o alterar la estructura de la red. ¿Le creemos a esta declaración? ¿En verdad es el verdadero propósito para frenar dicha medida? Recordemos que Estados Unidos es la sede de la mayoría de los grandes emporios del ciberespacio.
Si nos referimos a éstos, tenemos por ejemplo a Google, Twitter, Facebook Amazon, eBay, AOL, entre otras empresas sobre las cuales –si está ley se aprobara- se emprenderían diversas acciones legales por el contenido difundido y tal vez se correría el riesgo de que fueran restringidos en detrimento de quienes todos los días los utilizamos. En este sentido, existe un caso documentado por el portal Vice.com respecto a una posible violación de derechos de la Ley SOPA y se trata del propio autor de la iniciativa, el congresista republicano Lamar Smith; quien en su sitio Web cuenta con una fotografía que se usa de manera indebida según las palabras de quien tomo la fotografía
No olvidemos que coexistimos en la era de la información y del conocimiento; ante lo cual es innegable enfrentar enormes retos en el contexto de globalización que vivimos. Es precisamente en esa sociedad, que utiliza las TIC´s para diferentes fines (difundir conocimiento, interacción social, intercambio de información, entre otros), donde se identifica un nuevo ambiente que requiere cambios debido a las nuevas formas donde sus actores se transforman. La pregunta es ¿este tipo de medidas que pretende legislar Estados Unidos son las idóneas para el tiempo y el espacio que vivimos?
Hablar de Internet como espacio público, requiere un intenso debate público para llegar a consensos entre los diferentes actores sociales, lo cual incluye diversas aristas y una de las cuales es su regulación, sin transgredir derechos fundamentales del concierto der naciones; lo cual por sí mismo es complicado debido a que Internet es un sistema internacional.
Abordar este tipo de legislación es un tema complicado, toda vez que guarda relación con cualesquiera actividad humana y social regulada en la sociedad actual; además de que tendría que partir de legislaciones locales para no contravenir su orden normativo.
Tal como lo afirma Mariana Celorio “Internet, aunque está en riesgo, todavía es plural, diverso, flexible, abierto, público, interactivo, horizontal y descentralizado, cuyos tiempos sincrónicos y asincrónicos, es decir, tiempo real, tiempo coincidente y no coincidente, vinculan la localidad con la globalidad”
¿Hacia dónde se tiene que legislar a Internet? ¿O pugnamos porque continúe libre? ¿Cuál de las dos situaciones es más benéfica?
¡Lo dejo a la reflexión!
Tenemos un encuentro la próxima entrega de la Columna Nornilandia