@BarbaraCabrera
Después de 13 horas de Sesión Plenaria en San Lázaro, que comenzaron a contar a partir del 15 de noviembre de 2010 y culminaron la mañana siguiente con la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2011 por un monto de tres billones 438 mil 895 y con la votación que ya ha sido dada a conocer de manera amplia. Eso sí con recesos intermitentes que más se antojaban eran para aburrir a quienes estábamos expectantes de tan magnánimo acto circense, y si no me creen basta con regresar el tiempo y ver la actuación de ciertos personajes al interior del recinto, el más deplorable es el del Diputado panista Gastón Luken Garza que al no tener mas que aportar, porque ya todo estaba previamente pactado; criticó el saco del Diputado Gerardo Fernández Noroña. Vaya nivel del señor legislador.
Lo rescatable, dentro del desgaste que año con año nos proporciona el Poder Legislativo, en tratándose del presupuesto que tendrá que regir para el año siguiente, lo encontramos en los legisladores que constituyen lo que en derecho parlamentario se llaman minorías legislativas, las que no minaron sus fuerzas para exponer razones y argumentos contundentes para modificar el rumbo antes de aprobar el atraco a la nación que varios de nosotros seguimos tanto por el Canal de Congreso, como por Twitter.
El espectáculo fue tan lamentable que me transportó a un evento auspiciado por Televisa, donde con la ingenuidad de la gente que suele aportar de buena fe, así como por quienes quieren lucirse; se recaudan cantidades millonarias con el objetivo disfrazado de “ayudar” a los discapacitados. En efecto me refiero al Teletón.
Así que de manera espontánea me dio por llamar ayer por la noche en Twitter a lo ocurrido en San Lázaro como el “Teletón Legislativo”. Y vaya que no pude ser más atinada en mi concepto.
Y digan ustedes si no es así, y todo parte de la definición de “Teletón” que es un evento benéfico televisado, generalmente de varias horas de duración en el que se intercalan diversas presentaciones artísticas y de entretenimiento, cuyo fin primordial es recaudar fondos económicos.
Ahora veamos que paso ayer en la Cámara de Diputados y porque sostengo que estuvimos frente a uno de estos eventos. Para ello haré uso del método mayéutico para llevar a cabo el comparativo entre un teletón y otro.
En San Lázaro ¿se llevo a cabo un evento?, pues sí hubo un suceso llamado Sesión de Pleno, que después de varios intentos y llamados por fin se concretó, además se tenía un programa bien estructurado. ¿Fue benéfico? Bueno, la pregunta en si misma es ambigua. Ya que beneficioso puede ser para unos y no para todos. Como dice la Real Academia Española beneficio es un “bien que se hace o se recibe” ¿Quién de ustedes lo recibió?, en efecto yo no he recibido nada, peor aún me ofende ver que un documento de tal magnitud fuera poco discutido. Y continúo con la mayéutica ¿tuvo varias horas de duración? ¡PLOP…!, nada más y nada menos que 13 horas de permanencia involuntaria, que aparentemente es muy poco para discutir temas presupuestales, pero que han bastado para llevar a cabo un teje y maneje absurdo de los dineros públicos.
¿Se incluyeron presentaciones artísticas y de entretenimiento? ¡Indudablemente!, como en todo programa, en la Sesión de ayer de los Diputados, se presentaron diversas situaciones entretenidas, sin llegar a ser artísticas. Y hay que mantenerse en esta opinión no vaya a ser que de pronto a algún legislador le dé por sentirse parte del medio de la farándula y se ponga a repartir autógrafos en plan de diva.
Para finalizar con el interrogatorio socrático pregunto ¿el fin primordial del “teletón legislativo” es recaudar fondos económicos? Esta pregunta es muy acertada y una respuesta aproximada sería, efectivamente se recaudan fondos, pero ¿Para quién?, ¿será que una vez más estamos ante una parafernalia que no tiene ningún sentido ni nos llevará a ninguna parte? ¿Estamos de acuerdo en la manera en que se ha distribuido el gasto público al que contribuimos todos?...
¿Ahora ven por qué acuñé el término de “Teletón Legislativo”?, dime qué opinas. Tus comentarios son valiosos.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!