@BarbaraCabrera
“No basta saber quién entra y cómo entra en el parlamento. Es necesario además ver qué es lo que se hace y quién lo hace y qué no se hace”
Giovanni Sartori
Es imperativo terminar con el desinterés ciudadano de no conocer más allá de la información que los medios de comunicación o los candidatos a legisladores otorgan para obtener el voto y acceder a un escaño. Esta situación se debe, entre otros factores a que no se cuenta con la cultura política suficiente.
Los argumentos para referirse a la imagen de los legisladores, no son alentadores, siendo los más señalados que “no trabajan bien”; “faltan mucho y son flojos”; “se pelean” y “no se ponen de acuerdo”
Por ende, la idea de que un voto razonado fortalezca el sistema democrático de un país, no debe ser una utopía; trabajar para que esto sea una realidad debe ser una responsabilidad social colectiva. Si se logra poner en las manos de los ciudadanos la posibilidad de emitir un voto informado se habrá contribuido al fortalecimiento de la democracia y consecuentemente al Estado Democrático de Derecho.
Como especialista en temas legislativos, sostengo que la imagen de los legisladores tan depreciada por la ciudadanía puede ser modificada a través de la implementación de un instrumento constitucional de evaluación legislativa. Y digo porque y cómo.
La propuesta central es: constitucionalizar e incluir modificaciones a la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos (LOCG), para crear un Sistema de Evaluación del Trabajo Legislativo (SINETAL) con la posibilidad de construir un instrumento cuya tarea sea investigar, ordenar, sistematizar, medir el desempeño y generar un expediente consultable por los ciudadanos, de los legisladores federales; lo que permitirá tener elementos suficientes para generarse una opinión informada sobre los legisladores. (Elementos cuantitativos, comparativos y cualitativos de cada legislador).
Proponer la implementación de este instrumento constitucional de evaluación de la actividad legislativa será otorgar una herramienta de transparencia y rendición de cuentas. Tal como lo marca el Proyecto en mención.
Finalmente, hay que tener presente que la evaluación del trabajo legislativo está rodeada de por los menos dos ideas centrales que la alientan; por una parte el de la mejora de la calidad de vida de los representados a través de leyes adecuadas a la realidad social que se vive y por otra la del interés de los ciudadanos por las actividades propias del legislativo, por lo que es importante reiterar que si los ciudadanos tuvieran la oportunidad de evaluar y saber el trabajo desempeñado por sus legisladores sería otra la percepción que sobre ellos se tiene, lo cual redundaría en una participación ciudadana responsable e involucrada con los temas que a todos atañen.
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¡Nos leemos la próxima Nornilandia!