29 nov 2011

“EMILIO, EL DÉSPOTA”

@BarbaraCabrera


“El gobierno arbitrario tiene su base, no en la fuerza del Estado o del jefe,
sino en la debilidad moral de los individuos que se someten
casi sin resistencia al poder dominante”

Federico Ratzel


Para contextualizar diré, Emilio González Márquez es miembro del Partido Acción Nacional y actual Gobernador del Estado de Jalisco desde el primero de marzo de 2007. De profesión contador público. Se le vincula con la Organización Nacional el Yunque, considerada como una sociedad secreta de ultraderecha.

La mayoría hemos escuchado hablar de Emilio, quien ha sido nota a nivel nacional, no solo a raíz del multisonado “asquito”, que dicho sea de paso fue el top ten de la red social twitter. Desde antes se le conocía. Recordemos lo que se ha documentado a través del tiempo:

1 En marzo de 2007, se da su primera torpeza y con ello comienza a demostrar su parte despótica, al contratar a familiares para puestos en su gobierno. Su hermano Samuel fue contratado como gerente de Saneamiento del SIAPA, con un sueldo no menor a los 100 mensuales. Fue criticado por su poca experiencia en dicha área. En el mismo tiempo, su cuñado Eduardo Agredano fue ascendido en el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y Apoyo a la Juventud.

2 Mismo mes y año (marzo 2007), dio 67 millones de pesos para la realización de Espacio 2007 (Televisa). Lo escandaloso fue que dichos recursos salieron de la partida 4603 llamada “Erogaciones imprevistas”.

3 Inmediatamente después se dio el llamado “placazo”, es decir el Gobernador anuncia el necesario canje de placas con un costo de $1,200 dinero que se destinaría a “proyectos prioritarios” (entonces ¿Qué dio tanto $$ a televisa?). Hubo movilizaciones ciudadanas para impugnar esta propuesta de Emilio.

4 En octubre de 2007, se frena la decisión del “placazo” y se comunica el aumento al refrendo vehicular en 75%, situación que desechó el Congreso del Estado.

5 El 6 de agosto del año que entró en funciones, declaró que la distribución de condones gratuitos por parte del Consejo Estatal para la Prevención del SIDA en Jalisco, entre los jóvenes del estado tendría que ir acompañada de un Six de cerveza y vales para el motel. Remata diciendo que sólo entre la población homosexual se convendría entregar los condones.

6 Al referirse a un escritor destacado como Carlos Monsiváis, quien lo critico por lo del condonicidio, Emilio dijo “Es un chingón, pero no tengo tiempo de leerlo”

7 Escándalo mayor se suscitó la segunda mitad de 2007, cuando se señala al todavía Procurador del Estado Tomas Coronado Olmos, relacionado con una red de pederastia y prostitución infantil. Y aunque se presentaron denuncias y González Márquez ofreció una fiscalía especial para ver el caso, simplemente no pasó nada.

8 Durante el primer mes de 2008, se advierte el apoyo del gobierno a Televisa (una vez más), para la realización de la telenovela “Las tontas no van al cielo”, con poco más de 12 millones de pesos. Emilio, el déspota; justificó este donativo diciendo que dicha telenovela promovería al Estado y atraería al turismo. Nada más alejado de la realidad.

9 Con la misma intención, pero en esta ocasión para atraer turismo religioso; se da la macrolimosma, al anunciar Emilio, el 24 de marzo de 2008, la donación de $90 millones para la construcción del Santuario de los mártires, templo católico dedicado a la veneración de los mártires de la Guerra Cristera, promovido por otro personaje llamado Juan Sandoval Iñiguez.

10 Durante el decimocuarto “Banquete del hambre” el gobernador (en evidente estado de ebriedad), con un ya conocido “chinguen a su madre”, entregó un “pinche papelito” (lo entrecomillado son palabras textuales de Emilio, el déspota) esta vez por 15 millones de pesos a la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos.

11 Hace unos días, Emilio González, al inaugurar el foro Cumbre Iberoamericana de la Familia; justificó ser a la “antigüita” y reiteró que, para él matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer y remato diciendo que a los homosexuales no les ha perdido el “asquito”

Le paro ahí con el listado. Este es el más representativo. De ahí el calificativo de déspota para Emilio González Márquez.

Y se preguntarán, fuera de Jalisco ¿Qué interesa al resto del país lo que hace, dice o no dicho personaje?. Y la respuesta es sencilla: pretende la candidatura a la presidencia de la república por el PAN. Además de que sus joyas declarativas lo han tornado un hombre polémico que dista mucho de ser un gobernador que represente a un pueblo, el de Jalisco. Ahora trasladémoslo al escenario de la política nacional. Desastre total. Si ya venimos de una Foxilandia y, sufrimos una Calderolandia. No quiero un país sumido en Emilandia. ¿Tu sí?

La numeraria que ha desatado Emilio el despótico ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, es impresionante: Es quien encabeza la lista de quejas: ya suman 7,172, de las cuales 6,865 son por la mentada y la macrolimosna y van 307 por el “asquito”. ¿Será que quiere estar a la par de su slogan de Gobierno que dice “Jalisco es uno”?

En sus declaraciones más recientes ha señalado y cito: “Perdón, ustedes ya me conocen, no tengo que decir, no soy un político ortodoxo de esos hipócritas que mienten para decir lo que la gente quiere escuchar, yo digo lo que creo porque hay libertad de pensamiento en este País, y hay libertad de expresión y respetando siempre a todos también tengo libertades”.

Efectivamente, la libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales con el que contamos todos quienes habitamos este país. No obstante, es cuestionable que Emilio gobernador; en su papel despótico diga cuanto piense. Que demuestre sus filias o fobias esta bien, pero que lo haga en privado o que aclare que se trata de su papel de ciudadano.

Las interrogantes surgen una tras otras: ¿Cuál es el papel de un gobernante? ¿Hasta donde le esta permitido emitir juicios de valor u opiniones personales? Y si lo hace ¿verdaderamente la ciudadanía, independiente si voto o no por él, se sentirá suficientemente representada? Y sino estamos de acuerdo entonces ¿Cómo le hacemos? ¿Tenemos que aguantarnos hasta que termine su mandado? Que falta nos hace la revocación del mandato en estos momentos.

Por todo lo aquí compartido y seguramente habrá mucho más en próximos tiempos, lo reitero: Emilio, el déspota.



Es todo por hoy.

¡Hasta la próxima Nornilandia!