@BarbaraCabrera
Hablar de éste Derecho para algunos sería comenzar por la innecesaria discusión de si la disciplina se debiera llamar Derecho Legislativo o Derecho Parlamentario; no obstante, este segundo término ya ha adquirido carta de naturalización no sólo entre quienes somos especialistas en el tema, sino también entre diversas instituciones educativas que la imparten como materia, por lo que a continuación proporciono una definición de Derecho Parlamentario.
Es Francisco Berlín Valenzuela, el que lo define como “el conjunto de normas que crean, establecen, impulsan, garantizan y rigen las acciones de los parlamentos, las interrelaciones sociopolíticas que mantienen con los otros poderes del Estado, los partidos políticos, las instancias de la sociedad civil y los individuos, así como con los valores y principios que animan su existencia institucional y lo motivan a procurar su realización, por haber sido instituidos por el pueblo como expresión de su querer ser político”
Importante es relacionar estos factores señalados por Berlín Valenzuela, con el proceso de creación de normas; toda vez que además de tener que cumplimentar con un proceso legislativo, previamente establecido, alrededor de ello encontramos los acuerdos y la vida política que le da vida al parlamento.
No hay duda de que al momento de legislar, siguiendo cada etapa del proceso legislativo, entramos a la toma de decisiones, las cuales en última instancia serán adoptadas por los legisladores como representantes populares.
Ahora bien, en la mayoría de los debates sobre el método científico para la toma de decisiones, se cita como esenciales las ocho etapas que vale la pena señalar y son:
1) percepción de la necesidad,
2) formulación del problema,
3) construcción del modelo,
4) obtención de la solución,
5) validación y verificación,
6) establecimiento de controles,
7) implementación y recomendación y,
8) evaluación de los resultados.
Trasladadas estas etapas al campo de la actividad legislativa, el proceso decisorio entraña el estudio de todos los factores de información que convergen en la decisión legislativa, así como de las formas de su manejo racional y que finalmente deben conducir a la creación de mejores y más eficientes leyes.
Finalmente señalo que aplicando estas etapas de toma de decisiones en el proceso legislativo, lograremos consolidar las mejores prácticas parlamentarias al interior de este Poder, llamado Legislativo.
¡Nos leemos la próxima Nornilandia!