@BarbaraCabrera
“Tal
cual una plaza pública en Twitter transitamos, conversamos, vemos, debatimos,
disentimos. Y lo hacemos en 140 caracteres” (#MíaFrase)
Marzo
es un mes importante para Twitter y en consecuencia para los usuarios de esta
red social y de comunicación. Se preguntarán mis lectores ¿cuál es la razón? Se
debe a que el 12 ha sido instaurado -por los mismos tuiteros- como el
#DíaInternacionalDeLosTuiteros (fuente: http://www.expedientenoticias.com/dia-internacional-de-los-tuiteros-1011);
además, el 21 pero de 2006, Jack Dorsey publicó el primer mensaje –para
entonces todavía no se le conoció como tweet- en una versión de prueba de la
plataforma que originalmente se llamó Twttr. Ahí tuvo sus orígenes lo que hoy
disfrutamos como Twitter. Fue en junio de 2006,
cuando Twttr se abre al público; y en noviembre de 2009, cuando se lanza
la versión en español, lo que supuso un empujón muy importante para éste. Los
números ahí están (http://revistaquaestionis.blogspot.mx/2012/11/internet-y-derecho-twitter-la.html)
Sus
creadores, para dar un nombre más dinámico vieron que Twitter significaba a short burst of inconsequential information
(un exabrupto corto de información inconsecuente) y chirps from birds (gorgoreos de pájaros) y se percataron que
reflejaba exactamente lo que el producto era. Su creador, Jack Dorsey, lo
cuenta mejor: “se nos ocurrió la palabra Twitter, era perfecta. La definición
era crear un flujo corto de información inconsecuente, como los trinos de los
pájaros”
De
Twitter se habla mucho, está en la agenda social; influye en los asuntos
públicos, marca tendencias; es la pauta para incluir noticias que antes eran
vetadas en un escritorio. Twitter es provocador involuntario de la revolución
tecnológica que vivimos y es a fuerza de tweets, esos mensajes de hasta 140
caracteres con contenido social, de opinión, informativo, humorístico,
publicitario, interrogativo y lo que se sume; son parte indispensable del
accionar ciudadano, de la formación educativa, de la comunicación política e
incluso de la exhibición de aquellos personajes que antes eran intocables.
Es
tal el impacto e importancia de esta plataforma, que existen dos realidades
imprescindibles de reconocer:
a)
La Real Academia Española (RAE) incorporará en la próxima edición impresa de su
diccionario (DRAE) las palabras tuitear y tuit como reflejo de los cambios en
el vocabulario de la sociedad en los últimos años.
b)
La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos compró a la empresa que
administra Twitter todo su archivo, de modo que todos los tweets que se han
enviado desde la creación de la página (con excepción de los mensajes directos,
que son de carácter privado), son parte del acervo de ésta.
José
Luis Orihuela alguna vez dijo “Twitter no es para todos” y he confirmado la
hipótesis, Twitter es para quien desea estar ahí y trinar al unísono de quienes
cohabitamos en esta plaza pública virtual donde es posible hacer preguntas,
lanzar tweets al aire, seguir a personas con intereses comunes, trollear,
stalkear, crear conversación; saber al instante lo que ocurre del otro lado de
la Twittósfera a través de nuestros followers; aprender, adquirir mayores
conocimientos en áreas específicas de interés. Las posibilidades son amplias e
ilimitadas. Cada quien decide su recorrido e historia en esta Red; y todo a un
ritmo de 140 caracteres, lo que hace de tuitear algo especial y sumamente
atractivo.
¿Existirá
hoy en día quien todavía se pregunte qué es Twitter? Lo cierto es que el arte
de Twitter se aprende tuiteando.
¡Larga vida a Twitter! ¡Felicidades a todos los
tuiteros!
Nos leemos próxima Nornilandia.