30 dic 2011

“COLUMNA EN BLANCO”

@BarbaraCabrera

In memoriam a aquellos que hicieron de su vida una eterna lucha para lograr un país mejor, y lo lograron a través del esfuerzo diario de comunicar a través de las palabras. Por ello, es que este día he optado por una columna en blanco.

Y es precisamente de esta tonalidad, porque al igual que el poder de comunicar mediante la escritura, este color es considerado como la suma o la síntesis de todos los demás. ¿Creen ustedes que los manuscritos posean todos los matices habidos y por haber? Considero que así es. Ya que se escribe para muchas cosas y con innumerables finalidades. Y al final, todo cuanto es llevado a través de la palabra escrita para algo ha de servir -aunque sea para aprender lo que no se debe hacer-. Todo lleva hacia la enseñanza y el conocimiento constante.
En esta ocasión el blanco en esta columna irradia la idea de algo positivo. Dejaré, por este día, toda aquella situación que tenga que ver con una “mala noticia”. Es, como ya se dieron cuenta, una columna distinta. De esas que más que la razón, acarician el alma.
La importancia que tiene comunicarnos a través de las palabras, dirían algunos “no tiene precio”; yo agregaría que tiene un valor incalculable.
Durante la época en la cual he compartido con ustedes mis lectores, distintos textos; abordados desde diferentes ángulos; me he percatado de la importancia que tiene estar presente para decir, comunicar, expresar, demandar, exponer, señalar, proponer, en ocasiones alzar la voz… y con ello transmitir sentimientos, esperanzas, anhelos, necesidades, propuestas… en suma para ser la voz de quien se deje y así me lo solicite.  Escribir para mi, se torna imprescindible y podría afirmar, se ha convertido en una adicción.
Y continuo, compartiendo que hace algún tiempo, en una de mis visitas constantes a una librería, descubrí un texto sugerente desde el título: “La seducción de las palabras” de Alex Grijelmo, que hoy me viene a la mente ya que en este se encuentra, entre otros temas el poder que se adquiere con las palabras.
Finalizo, recordándoles que “Leer es bueno para la salud”, así que seamos saludables entonces.

¡Nos leemos la próxima Nornilandia!