18 oct 2011

"HABEMUS PLAZA PÚBLICA"

@BarbaraCabrera

“El hombre de talento es naturalmente inclinado a la crítica,
porque ve más cosas que los otros hombres y las ve mejor”

Montesquieu


Cortesía: EL RITO: 17/oct/2011 de David Manrique
@manriquemonero
Plaza pública: evocar estás dos palabras nos recuerda a un gran periodista y columnista, a Miguel Ángel Granados Chapa, quien parecía saber su inminente partida de este mundo físico al despedirse en una de sus plazas públicas albergada en el Periódico Reforma (los últimos años) y escrita durante 34 años; la cual con innegable maestría supo mantener con su magnífica pluma, convirtiéndola no solo en un espacio para su egoteca; sino que la convirtió en la voz de un país: el de México lindo y herido que desafortunadamente lo vio partir antes de ser rescatado por quienes día a día vamos aportando los elementos necesarios para ello.

Y esta no se tratará de una columna más donde se enumere la vasta experiencia periodística y columnística de Granados Chapa, tampoco se abordarán los múltiples premios recibidos en vida por su labor. Mucho menos pediré el acostumbrado minuto de silencio que convencida estoy no sirven para honrar la memoria de un ser humano de la talla de Miguel Ángel.

En esta Nornilandia referiré sólo algunos extractos de la Plaza pública intitulada “De coalición a coalición”, publicada el 14 de octubre de 2011 en el periódico citado. en el párrafo que antecede; donde de manera magistral Miguel Ángel Granados Chapa proporciona su visión –compartida por muchos y criticada por algunos otros, pero jamás ignorado– de la realidad imperante en el país que lo vio nacer y partir de este mundo material.

Veamos parte de lo redactado en esa despedida:

“Casi nadie (…) puede negar la terrible situación en que nos hayamos envueltos: la inequidad social, la pobreza, la incontenible violencia criminal, la corrupción que tantos beneficiarios genera, la lenidad recíproca, unos peores que otros, la desesperanza social.

(…) Es deseable que el espíritu impulse a la música y otras artes y ciencias y otras formas de hacer que renazca la vida, permitan a nuestro país escapar de la pudrición que no es destino inexorable. Sé que es un deseo pueril, ingenuo, pero en él creo, pues he visto que esa mutación se concrete”

De las letras compartidas por Granados Chapa, palpamos realidades que la mayoría percibe, vive y padece; pero que por factores diversos no lo manifiesta. Sin duda, habitar un país en las condiciones planteadas por Miguel Ángel en esa última columna no es tarea sencilla: en 6 conceptos engloba a la perfección eso que el ha denominado “pudrición” y que yo encierro en un México lindo y herido.

No obstante sus próximas líneas son alentadoras, al manifestar que no es “destino inexorable”, es decir no es forzoso, fatal, irremediable que este país se dirija hacia ese camino de descomposición; esta en nosotros mis lectores continuar con ese cambio. Lo he dicho y lo reafirmo: requerimos construir una ciudadanía distinta cuyas características principales sean: ser proactivos, participativos y propositivo, sólo así este país saldrá adelante.

Finaliza Miguel Ángel Granados Chapa diciendo: “Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción digo adiós” y quienes lo leímos y seguimos su trayectoria le decimos ¡hasta siempre maestro, aunque sus letras nos harán falta, nos ha dejado una de las herencias más entrañables en un país como el nuestro: su plaza pública!




Es todo por hoy.

¡Nos leemos la próxima Nornilandia!