2 sept 2011

"LA CAJA VERDE"


@BarbaraCabrera

“¿Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?”

Confucio


Veo con atención el Canal del Congreso de la Unión, lo sigo desde la cobertura que presentan Javier Solórzano, Paulina Chávez y Laksman Sumano; quienes cubren de manera adecuada y con estilo periodístico propio lo que está por acontecer.

Rebasan las 17:00 horas. Da inicio este 1 de septiembre de 2011 el primer periodo legislativo del último año de ejercicio de la LXI Legislatura; uno que se vislumbra será ajetreado, polémico y muy movido; no sólo por casi toparnos de frente rumbo a 2012, sino por los grandes pendientes legislativos.

Un día antes, hubo una sesión preparatoria celebrada ya muy entrada la noche donde a través de un 'acuerdo parlamentario' se ha fulminado a la ley; es decir, la presidencia de la Mesa Directiva se ha repartido de manera salomónica: a unos les tocará la cabeza (negociación del presupuesto), otros el cuerpo y al final sólo quedarán los pies.

Retomando ese 1 de septiembre, cuando sesionó en pleno el Congreso General para recibir un informe del estado que guarda la nación; aquella que desde hace años dejo de ser la pasarela del omnipotente, omnipresente y omnipudiente Presidente de la República, hoy el escenario es muy distinto. El lobby del palacio de San Lázaro luce cuasi solitario, no está como antaño atiborrado de reporteros y periodistas para cubrir un evento que se antojaba digno de un personaje que todo lo podía con sólo girar una orden.

Por quinto año consecutivo, quien es titular del Ejecutivo: Felipe de Jesús Calderón Hinojosa no asiste a dar su mensaje en el recinto legislativo, aquél donde convergen las diversas fuerzas políticas y donde se presupone estamos representados todos los ciudadanos. Recinto de donde emanan las leyes que delinean la vida nacional en los ámbitos político, económico, social, cultural, entre otros rubros.

Se da un breve receso a la Sesión de Congreso General para que los Presidentes de las Mesas Directivas de ambas cámaras con sus secretarios y algunos funcionarios legislativos, se trasladen al Salón de protocolos de San Lázaro. Tocan los 5 minutos de fama a Francisco Blake Mora, un Secretario de Gobernación gris que cuando alguna vez fue a Los Pinos, -la residencia oficial del Ejecutivo-, le pidieron se identificara. Ese mismo personaje desdibujado es el representante del Presidente de la República, que tuvo como misión entregar en San Lázaro una caja verde que contiene el mamotreto del informe presidencial: el quinto del Calderonato, un sexenio que un porcentaje importante de la población clama porque concluya. Se cuentan los meses, días y hasta minutos para que ello ocurra.

Acto seguido, la famosa caja verde la toma en sus manos Emilio Chuayffet Chemor después de escuchar -no sé si con atención o no- el breve mensaje de Blake Mora. El recién ungido presidente de la Mesa Directiva parece que está mas interesando en posar para las cámaras fotográficas que no paraban de disparar sus flashes. De repente a Francisco Blake se le prende el foco y hace lo propio con una hoja tamaño carta que -entre otras cosas- contiene el sello de recibido de dicho documento y se alcanza a escuchar 'aquí esta el acuse'. Ya en el recinto legislativo se escucha a Chuayffet Chemor que con esto se da por cumplimentada dicha obligación constitucional.

Se levanta la Sesión sin darse los posicionamientos de los grupos parlamentarios ahí representados; acordaron que lo dejan para la Sesión ordinaria de la Cámara a celebrarse en unos minutos; es decir los ciudadanos solo escuchamos discursos unilaterales que los diputados federales escuchan entre sí, ya que los senadores se ahorraron la molestia de estar ahí. Y del Presidente ni sus luces, será el 2 de septiembre cuando se reúna con invitados especiales en el Museo de Antropología para dar su mensaje.

En los próximos días, San Lázaro se convertirá en una pasarela de funcionarios desgastados que parecen repetir los mismos esquemas de los que ya estamos cansamos los ciudadanos. ¡No hay una adecuada rendición de cuentas! Pero esas son otras historias.

Y me pongo a pensar en todo este ritual del cual soy observadora no participante, no puedo evitar sentir tristeza y un profundo dolor de lo que ocurre en el país; tal parece que las 'altas esferas' aquellas que actualmente toman las decisiones viven en la pantomima perpetua.

Mi percepción es que esa famosa caja verde, atiborrada de hojas con miles de caracteres, gráficos y tablas dista bastante de lo que en verdad ocurre en mi México lindo y herido.


¡Lo dejo a la reflexión y nos leemos la próxima Nornilandia!