11 jul 2011

“CIUDADANOS AL RESCATE…”


@BarbaraCabrera

“Pido una disculpa a #MexicoLindoyHerido por todos aquellos ciudadanos apáticos que no captan que tenemos que rescatarte. #LoDiceRechercher”

Tweet enviado 9 de julio de 2011 a las 9:39 pm


Recurrentemente he manifestado mi interés en rescatar a México lindo y herido; un país grande que por todos es sabido atraviesa por momentos complicados con soluciones por alcanzar. En congruencia a ello, mis propuestas están dispuestas, mi pluma atenta. Mi labor diaria está encaminada a dejar un mejor país a las generaciones venideras.

No obstante, estoy triste porque todavía no somos los suficientes para lograr la redención de México; en general la ciudadanía continúa sin percatarse de lo importante que es para que el engranaje funcione. Escucho por doquier quejas, pretextos; percibo inacción, omisiones que en conjunto son graves para avanzar. ¡A veces parece vivimos un retroceso!

La percepción internacional, es la de una Nación hermosa y se sorprenden al ver que somos muchos millones de mexicanos y se preguntan ¿Qué le falta a los mexicanos para salir adelante? ¿Las respuestas? desde esta Nornilandia puedo establecer varias: a) apatía en general ante la situación actual; b) se considera que las autoridades no escuchan el clamor ciudadano; c) se prefiere hacer otras actividades, total para que perder valioso tiempo reconstruyendo el país; e) no llevan a cabo a cabalidad lo que les corresponde hacer en sus trabajos, en la vida cotidiana…

Los conmino a desterrar esas realidades a la brevedad, los ciudadanos al grito de guerra debe ser cambiado por “ciudadanos al rescate…” a) de la educación; b) de la seguridad; c) de los espacios públicos; d) de la elección libre de nuestros gobernantes; e) de las políticas públicas; f) de una justicia más equitativa; g) de los demás ciudadanos que siguen adormilados…

Hasta aquí esta Columna, es un gusto que mis letras contribuyan a cambiar la situación actual. Seamos cada vez más los activistas democráticos.


Por hoy, es todo.



¡Nos leemos la próxima Nornilandia!