5 abr 2011

“¿LEYES DE MICROONDAS? ¿SE VALE?”


@BarbaraCabrera

“Es más fácil hacer leyes que gobernar”
Tolstoi


En el análisis necesario al Poder Legislativo que he venido presentando, continúo en esta Nornilandia con lo referente a la Técnica Legislativa, partiendo de las siguientes interrogantes: ¿Hay maneras precisas para que las leyes sean adecuadas? ¿Existe alguna técnica para la correcta elaboración de un texto legislativo? En caso afirmativo ¿Quién o quienes son los encargados de llevarlo a cabo?

En efecto, en derecho parlamentario, existe lo que se denomina “la técnica legislativa” que en palabras claras es el conjunto de reglas que hay que seguir para hacer bien una ley.

El problema se suscita cuando no se observan esas reglas. Veamos a continuación los pros y contras de la aplicación o no de esta técnica:


PROS:

• Jurídico. La aplicación de la técnica legislativa, sin duda beneficia el confeccionamiento de las leyes; al dar claridad, precisión y solidez en su redacción y estructura.

• Político. Funciona siempre que los tintes políticos no destruyan lo elaborado a través de estas reglas.

• Sociológico. La sociedad se beneficia, aún sin saber de su existencia, porque el producto final denominado Ley es de fácil aplicación.

• Administrativo. Con su implementación, la parte de apoyo técnico, tiene muy clara la manera de elaborar un producto legislativo, lo que ahorra tiempo, dinero y esfuerzo.

• Histórico. En los últimos años, su aplicación es recurrente; lo que ha permitido que la estructura de una ley sea cada vez más racional y lógica. Poco a poco se destierra la práctica de elaborar leyes que están hechas para confundir al destinatario.


CONTRAS:

• Jurídico. Su no cuidado puede derivar en un posible problema de conflicto de leyes.

• Político. Si los legisladores no atienden estas reglas en los debates llevados a cabo, tanto en comisiones, como en sesiones de pleno; el resultado probable es que las leyes se quedan durmiendo el sueño de los justos una vez que son aprobadas.

• Sociológico. Siendo sinceros, a la ciudadanía poco le interesa si existe o no la técnica legislativa. Lo importante para el conglomerado social, es vivir tranquilo y tener bienestar en diversos aspectos.

• Administrativo. Las inercias burocráticas y el exceso de trabajo que encomiendan los legisladores a sus asesores, aunado a la falta de vinculación con las áreas de la Cámara que pueden coadyuvar en la aplicación de una correcta técnica legislativa, implica el riesgo de no elaborar y aprobar productos legislativos con la calidad necesaria.

• Histórico. Debido a la complejidad de la vida moderna se legisla a la menor provocación, lo que ha llevado a una saturación legislativa. Y ese ideal de la técnica legislativa de lograr que se elaboren leyes comprensibles por todos para estar en aptitud de cumplirlas; queda un tanto en el olvido, al expedir tantos ordenamientos que la ciudadanía tiene que atender.

Con estos datos, nos percatamos de la trascendencia de que los legisladores apliquen, a través de su cuerpo de asesores; una adecuada técnica legislativa, y desterrar de una vez por todas, la idea del nerviosismo legislativo al expedir leyes por razones que algunas veces no obedecen a las necesidades sociales. Y concluyo respondiendo la pregunta que da título a esta Columna: ¡Claro que no se valen las leyes microondas?


Por hoy, es todo.

¡Nos leemos la próxima Nornilandia!