“Urge un museo de memoria política
para no olvidar y actuar en consecuencia”
@BarbaraCabrera
Si las pifias fuesen consideradas
frases celebres, seguramente Enrique Peña Nieto ganaría.
No
soy la señora de la casa.
Ya
se que no aplauden.
La
corrupción es cultural.
¡Ya
supérenlo!
Con
toda humildad, les pido perdón. Les reitero mi sincera y profunda disculpa por
el agravio y la indignación que les causé.
No
me despierto pensando como joder a México.
Lo
bueno no se cuenta, pero cuenta mucho.
¿Qué
hubieran hecho ustedes?
Crisis
es seguramente lo que pueden tener en sus mentes.
No
hay chile que les embone. Si no los agarramos, porque no los agarramos; si los
agarramos, porque los agarramos.
Esta última
expresión, dada a conocer por el columnista Francisco Garfias en su Arsenal del
18 de abril de 2017 para el periódico El Universal, constituye desde mi
perspectiva el punto de quiebra debido a que refleja la falta de tacto,
sensibilidad, respeto y conocimiento de la realidad que se vive en México por
parte de EPN y en consecuencia de sus colaboradores, todos juntos empecinados
en pintar un México en jauja, maravilloso, donde los problemas creen
resolverlos a punta de reformas estructurales y creación de instituciones que
nacen acéfalas, como ejemplo de esta última baste recordar el Sistema Nacional
Anticorrupción anunciado con bombo y platillo y vendido al ciudadano como el
remedio de [casi] todos los males. Cuando en realidad estamos ante el
resquebrajamiento de la palestra socio-política debido a -entre otros factores-
la generación de los gobernadores más descaradamente corruptos que ha
registrado la historia contemporánea.
Unos
prófugos, otros exonerados, varios más protegidos y algunos detenidos en otros
países ¿Y qué están haciendo las autoridades mexicanas? el ridículo, solo eso.
Como dato
cultural: en lo que va de la gestión del Peñismo abstracto http://bit.ly/29ozYkc, la lista de
los mandatarios acusados y evidenciados es de 22 [y eso sin hacer
retrospectiva, porque el listado se incrementaría escandalosamente] con daños
superiores a los 258 mil millones de pesos (mdp), de acuerdo con diversas
denuncias ante la Auditoria Superior
de la Federación
[Aquí más información http://bit.ly/2ovCY5g
vía SinEmbargo].
Retomando, más
allá de la notoria falta de elocuencia e incorrección verbal de un no lector
como Peña Nieto; de saber que lo suyo no es la improvisación exitosa, sino que
sus discursos son estructurados y es ferviente usuario del telepromter; y que cuando se atreve a salirse del guión, desata
memes, trolleos y Trending Topics.
Tal parece que como “Presidente de la República ” el señor Peña es un extraordinario Standupero y el cabecilla de los memes
que circundan el ciberespacio.
Lo cierto es
que EPN se enfrenta a una escasa popularidad, derivado de los escandalosos
casos de corrupción, incumplimiento de promesas, bajo crecimiento, imposición
de reformas, falta de resolución a los conflictos sociales, alta inseguridad,
entre otros factores. Lo que se traduce en desesperación por parte de él y los
suyos de rescatar aquello que no ha tenido: legitimidad. No hay propaganda
televisiva, radiofónica, columnistas a modo, peñalibers o bots, que lo salven de
ser considerado el “Presidente” del meme.
Y sí señor
Enrique Peña Nieto, actual inquilino de Los Pinos, si con tan vulgar expresión
quiso referirse al hartazgo ciudadano hacia los malos gobiernos, incluidos
políticos, candidatos, partidos políticos, instituciones y reformas impuestas,
desde aquí y hasta Los Pinos sin escalas le confirmo: está usted en lo
correcto.
Es todo por
hoy.
¡Hasta la
próxima Nornilandia!