@BarbaraCabrera
“Frente
a una taza de café se piensa, pero también se discute, se recuerda o se
argumenta. Frente a la taza con café se columbra, se reflexiona, se sueña, se
imagina, se escribe, se conversa, se enamora, se seduce, se rompe, se
reconcilia, se halaga, se sugiere, se invita… Y el café, el misterioso café:
escucha, profetiza, atestigua, aconseja, da fe, observa, asiente, se ruboriza…”
Gustavo
Máynez Tenorio
Y no, con el título de
esta columna no hago alusión a una canción de cierto cantautor guatemalteco;
sino que evoco un pensamiento que vino a mi mente al enterarme de ciertas
medidas de austeridad implementadas en días recientes en el Senado de la República ; que
seguramente muchos de ustedes conocerán, ya que corrió como pólvora en las
Redes Sociales la risible reducción de 100 pesos al jugoso sueldo de quienes en
esta Cámara ocupan un escaño.
Pero esa medida no fue la
única, éstas se han dado a conocer el 26 de febrero a través de la publicación
de los Lineamientos de Racionalidad y
Austeridad Presupuestaria 2015 en el Diario Oficial de la Federación (consultable aquí http://bit.ly/1zEvVEv) entre las que se
incluyen la obviedad de que deben abstenerse de destinar fondos, bienes o
servicios públicos, tales como: vehículos, papelería, inmuebles y otros
equipos, a favor de partidos políticos o candidatos; sobre la
contratación de personal y creación de plazas; refiere sobre racionalizar el
uso de impresiones, reproducciones y fotocopias, privilegiando el uso de la
tecnología; el área de informática y Telecomunicaciones implementarás las
medidas para racionalizar y transparentar el uso del servicio telefónico, no
obstante, seguiremos pagando el servicio de telefonía celular a los Senadores;
otras medidas tienen que ver con el ahorro de energía eléctrica y agua potable;
así como las suscripciones y suministros a diarios y revistas; habla sobre los
viajes –pasajes y viáticos- nacionales e internacionales; se racionalizar el
servicio de alimentos, semillas, galletas, bocadillos y bebidas embotelladas; y
se acentúa que el servicio de alimentación y cafetería será exclusivamente
para el trabajo legislativo de Senadores y Comisiones; entre otras
prevenciones.
Sin duda, muchos otros
rubros no han sido considerados; trascendió que una vez que Miguel Barbosa
Huerta, presidente de la Mesa Directiva ,
regrese de Londres, ira anunciando poco a poco lo que podrán restringir.
Sobre este último rubro,
el del café, no olvidemos que en 2014 cada taza costó al erario $95, (aquí más información http://bit.ly/1myErQo) cuando sabemos
que su precio comercial no llega ni a la mitad; entonces estamos ante
ineficiencia e irracionalidad presupuestal; y eso que dicha anualidad también
contó con sus respectivos Lineamientos de Racionalidad y Austeridad
Presupuestaria.
Respecto a las Comisiones
y Comités Legislativos, donde fundamentalmente se lleva a cabo el trabajo
legislativo, existe una fuga de dinero impresionante; veamos: cada presidente
de comisión recibe 200 mil pesos mensuales para el funcionamiento de ésta y al
secretario se le asignan 100 mil al mes. Saquen ustedes cuentas: actualmente
existen 64 comisiones ordinarias, 14 especiales y seis comités (la mitad de
éstos órganos fueron creados en la actual legislatura) y la cuestión es que no
todos sesionan, ni producen.
En este orden de ideas y
en términos prácticos ¿Qué implica la austeridad? Últimamente es un término
altamente vulgarizado, sobre éste la Real
Academia Española advierte que austeridad, del latín austeritas, es la cualidad de austero;
que a su vez significa –y hago mención textual de sus cuatro acepciones, unas
por que aplican y otras por resultan graciosas al asunto neurálgico de esta
Nornilandia- veamos dichos adjetivos:
1. Severo, rigurosamente
ajustado a las normas de la moral.
2. Sobrio, morigerado,
sencillo, sin ninguna clase de alardes.
3. Agrio, astringente y
áspero al gusto.
4. Retirado, mortificado y
pertinente.
Es así que podría pensarse
que los austeros tienen consigo esa modestia que les lleva a
rehusar lo innecesario, de aquellos que no tiene ningún sentido.
¿Será entonces que
nuestros Senadores están en modo austero? ¿Qué tan seria es esa política de
“amarrarse el cinturón”, tal como lo perora Emilio Gamboa quien ha disfrutado
del erario por lo menos durante 30 años? ¿Qué pasa con presupuestos
infructuosos como el de las Comisiones que no producen y a las que se les
asigna dinero público para su funcionamiento? ¿Será que para ser congruentes
con sus medidas de austeridad se llevarán a cabo las reformadas legales y
reglamentarias para desaparecerlas o se quedará solo en buenas intenciones?
¿Hasta dónde están dispuestos a llegar los Senadores para ser verdaderamente
austeros? Éstas son solo algunas de las interrogantes que un porcentaje
importante de ciudadanos, pedimos nos respondan con hechos los Senadores.
Sin duda, esta
“maravillosa idea de reingeniería financiera” entre las que destaca la
reducción de $100 al sueldo de los Senadores y otras tantas como retirar el
ofrecimiento de una taza de café; sirva de pretexto para poner los ojos en el
Senado de la República
y en quienes ocupan una curul; en virtud de que, de las dos Cámaras que
integran el Poder Legislativo Federal, suele mantenerse en la sombra y poco
observada. Ineludible exigir rendición de cuentas y evaluar exhaustivamente su
trabajo/productividad.
Además, si como lo afirma
(y suscribo) la frase que da inicio a esta Nornilandia “frente a una
taza de café se piensa…” para que nuestros Senadores reflexionen y actúen, les
invito un café.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima
Nornilandia!