@BarbaraCabrera
Los refranes son sabiduría popular
acumulada a través del tiempo. Estas breves expresiones brillan por su
contundencia y mensajes que incitan, invitan; que provocan a algo. Su andar evoca
en cierta medida la cultura e idiosincrasia que caracteriza al mexicano, quien
es un ser dicharachero y creativo.
En esta tesitura, en esta columna
#Nornilandia lo que rifará son los refranes, y que conste en actas: “Del
tamaño del sapo será la pedrada” y no crean que por ser una columnista
seria le voy a echar mucha crema a mis tacos, diré las cosas como van;
es decir, será “ni muy muy ni tan tan”…
Este año, cuya principal
característica es que es electoral, estamos invadidos/atiborrados de propaganda
electoral y de promesas a veces huecas, a veces ilusorias, en ocasiones
creativas, una que otra salvable. Aún así es preciso decidir en libertad para
edificar en consecuencia.
Hablando de estos menesteres, el
Gabinete de Comunicación Estratégica hizo un ejercicio telefónico interesante
para saber ¿En cuál partido piensa el ciudadano cuando escucha los siguientes refranes?:
Entrada de caballo fino y salida de burro manso; más vale malo
conocido que bueno por conocer; ni picha, ni cacha, ni deja batear;
y, de lengua me como un plato.
Podrán ver en la siguiente imagen,
los porcentajes de identificación hacia los diversos partidos políticos:
Los resultados, aunque reveladores y concordantes
en cierta medida con el comportamiento de los potenciales electores, con las
omisiones de los abstencionistas y promotores férreos del voto nulo, están
orientados a perpetuar a la incómoda clase dinosaúrica, esa que se nutrió de
expresiones como “el que no tranza no avanza” y que tanto daño han
proferido y seguirán ocasionando si no prescindimos de sus servicios. Ese
grupúsculo de políticos enquistados en el poder que en esta época de cambios y
de ciudadanía cada vez más activa, siguen creyéndose y repitiendo, con hechos,
el mantra “el que se mueve no sale en la foto”; de esos políticos que
venidos a gobernantes se convierten en “candil de la calle y oscuridad de su
casa”.
Como ciudadanos sabemos (a algunos
todavía no les cae el veinte) que tenemos el poder de decidir, de cambiar el
rumbo y de rescatar lo que nos queda de este aún #MéxicoLindoyHerido.
Estamos en tiempos convulsos y
determinantes, este 7 de junio, será el día que acudiremos a las urnas para
ejercer ciudadanía, “ahora es cuando chile verde, le haz de dar sabor al
caldo”, ya que será decisivo en el
rumbo y el trabajo constante de los que estamos construyendo un mejor país.
Anhelo que aquellos que venden su
voto al mejor postor, perdiendo con ello la oportunidad de tener un mejor
futuro, tomen en cuenta que al final “sale más caro el caldo que las
albóndigas”
Y disculpen aquellos que se sientan
aludidos, pero “la verdad no peca pero incomoda”, a los que venden su
voto, a los que continúan propagando y pensando que nada podemos hacer e
incitan al “valemadrismo” colectivo, e incluidos los que encorvan la cerviz a
la menor provocación les digo desde estas líneas: están completamente errados;
si estamos mal y el rumbo del país va a pique, es porque lo hemos permitido. Y
continúo expresando que si no suman, no se atrevan a restar; porque “mucho
ayuda el que no estorba”
Actuemos antes de que sea demasiado
tarde, que “de las aguas calmas me cuide dios, que de las bravas me se
cuidar yo solit@”
¿Entonces que esperan? ¡A darle
que es café de olla!
¡Es todo en esta #Nornilandia!
Nos leemos la próxima y chin chin el que se raje.