Te podré dar todas las
dudas, pero no todas las respuestas
@BarbaraCabrera
560
reformas después, contenidas en 214
Decretos y henos aquí celebrando un aniversario más de la Constitución de 1917,
aquella que nos dio el Congreso Constituyente de Querétaro.
97
años después de promulgado el texto constitucional que hoy da vida al Estado
democrático de Derecho, estamos ante una sociedad muy distinta a la que creó las
normas e instituciones heredadas por el México posrevolucionario.
Hoy
los retos, avances y retrocesos jamás podrán equipararse a los de aquellos
ayeres.
Conservadores
y positivistas dirán, nos debemos a aquellos ilustres personajes, ni siquiera
se piense en la posibilidad de un nuevo constituyente, así estamos bien. Del
otro lado, están los convencidos de la necesidad de un nuevo pacto social que
implica una ineludible reconfiguración del binomio sociedad-gobierno. Y un
tercer grupo que guarda silencio por motivos varios. (Esta columnista se ubica
en el segundo grupo)
Es
momento de reflexionar, veamos como aquél texto se ha modificado a través de
los sexenios:
Álvaro
Obregón (1 de diciembre de 1920 al 30 de
noviembre de 1924)
= 8 reformas.
Plutarco
Elías Calles (1 de diciembre de 1924 al 30 de
noviembre de 1928) = 18 reformas.
Emilio
Portes Gil (1 de diciembre de 1928 al 5 de febrero
de 1930)
= 2 reformas.
Pascual
Ortíz Rubio (5 de febrero de 1930 al 4 de septiembre
de 1932) = 4 reformas.
Abelardo
L. Rodríguez (4 de septiembre de 1932 al 30 de
noviembre de 1934)
= 22 reformas.
Lázaro
Cárdenas del Río (1 de diciembre de 1934 al 30 de
noviembre de 1940)
= 15 reformas.
Manuel
Ávila Camacho (1 de diciembre de 1940 al 30 de
noviembre de 1946) = 18 reformas.
Miguel
Alemán Valdés (1 de diciembre de 1946 al 30 de
noviembre de 1952) = 20 reformas.
Adolfo
Ruiz Cortines (1 de diciembre de 1952 al 30 de
noviembre de 1958)
= 2 reformas.
Adolfo
López Mateos (1 de diciembre de 1958 al 30 de
noviembre de 1964) = 11 reformas.
Gustavo
Díaz Ordaz (1 de diciembre de 1964 al 30 de
noviembre de 1970) = 19 reformas.
Luis
Echeverría Álvarez (1 de diciembre de 1970 al 30 de
noviembre de 1976) = 40 reformas.
José
López Portillo (1 de diciembre de 1976 al 30 de
noviembre de 1982) = 34 reformas.
Miguel
de la Madrid Hurtado (1 de diciembre de 1982 al 30 de
noviembre de 1988)
= 66 reformas.
Carlos
Salinas de Gortari (1 de diciembre de 1988 al 30 de
noviembre de 1994) = 55 reformas.
Ernesto
Zedillo Ponce de León (1 de diciembre de 1994 al 30 de
noviembre de 2000)
= 77 reformas.
Vicente
Fox Quesada (1 de diciembre de 2000 al 30 de
noviembre de 2006) = 31 reformas.
Felipe
de Jesús Calderón Hinojosa (1 de diciembre de 2006
al 30 de noviembre de 2012) = 110 reformas.
Enrique
Peña Nieto (1 de diciembre de 2012 al 27 de
diciembre de 2013) = 21 artículos reformados al 27 de
diciembre de 2013.
Así
tenemos que, durante los seis últimos sexenios es cuando más se ha adecuado el
texto constitucional, algunas reformas de las cuales han sido estructurales. Unas
más controvertidas que otras, tendientes a separar este ordenamiento
fundamental de su esencia original.
Las
estadísticas están ahí, el debate sobre la pertenencia de una nueva
Constitución no es nuevo; políticos y académicos ya lo han planteado: se ha
escrito al respecto, presentado iniciativas para establecer mecanismos, así
como convocado a foros públicos para su discusión. Nada ha ocurrido, mientras el
país avanza.
Lo
cierto es que estamos ante desafíos importantes, dilucidar si debemos darle o
no a este país un nuevo esquema constitucional dependerá de diversos factores,
entre los que destacan la necesidad social y la voluntad política.
¿Cambiar
la Constitución implicaría un retroceso o un avance democrático? ¿El actual
texto es aceptado por la mayoría de la sociedad? ¿Sus disposiciones e
instituciones son las necesarias y suficientes ante la realidad imperante? ¿Será
cierto que la actual Constitución ha sabido evolucionar y cambiar a través de
las diversas reformas? ¿En este fenómeno de desafección en que estamos, será
oportuna una nueva carta magna? ¿Estamos preparados para un nuevo constituyente?
Estás son las preguntas que dejo sobre la mesa de debate, no les daré las
respuestas.
Mientras
ello ocurre otras tantas interrogantes surgirán. Sigamos celebrando los 97 años
de un texto parchado, reconstruido y reformado últimamente de manera
estructural.
¿Ustedes
que opinan? ¿Cómo viven la Constitución?
Es
todo por hoy.
Nos
leemos la próxima Nornilandia.