De Jean-Jaques Rousseau
@BarbaraCabrera
Para que un país sea republicano y libre,
no basta que lo diga su Constitución;
es preciso que se lo permitan su inteligencia y estado actual.
Eustorgio Salgar (1831-1885) militar y político colombiano
A pesar de que esta obra de Rousseau data de 1762, la cual es considerada por los expertos como su obra cumbre, cabe destacar que guarda similitud con ciertas situaciones que hoy en día enfrentamos.
Para los abogados debe constituir un libro valioso para entender la manera en que son concebidas las leyes y no solo eso, sino para comprender como surgen, cuales son sus orígenes y como es que llegamos a conformar un pacto social, conociendo los elementos que enmarcan este concepto y que de manera tan coherente nos detalla Jean-Jaques Rousseau. Personaje que al redactar la obra que hoy reseño, se adelanta a su tiempo y lega a la humanidad conceptos e ideas que –insisto- aún son aplicables.
Comienza por esbozar el objeto del libro advirtiendo: el hombre ha nacido libre y, sin embargo, en todas partes se encuentra encadenado. Se considera amo, pero no deja por eso de ser menos esclavo que los demás.
Si nos ponemos a reflexionar sobre lo dicho por este filósofo y político francés, encontraremos verdad es sus palabras, ya que sus pensamientos se actualizan en la sociedad que nos ha tocado vivir, situación que, sin duda, nos da una remembranza del comportamiento humano.
Da especial importancia a la familia, considerándola como “la más antigua de todas las sociedades y la única natural”, poniendo de esta manera de manifiesto su ideología que será recurrente en este libro.
Manifiesta algo en lo que coincido: “el más fuerte no lo es jamás bastante para ser siempre el amo o señor, si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en deber”, de esta manera es como la convivencia en sociedad y la creación del estado de derecho se hacen presentes.
Diserta sobre la guerra y como esta no debe ser considerada como una relación entre los hombres, sino de Estado a Estado, donde aquellos por accidente se convierten momentáneamente en enemigos, donde incluso justifica que se destruya al enemigo, siempre que porte armas y que tan pronto como las entregue o se rinda podrá ser liberado.
Sostiene que la esclavitud no existe y que por ende, se trata de un derecho nulo que nada significa; pugna por la libertad del hombre; y para tener un acercamiento es que propone la creación de un pacto social que tenga como fin “una suma de fuerzas capaz de sobrepujar la resistencia, de ponerlas en juego con un solo fin y de hacerlas obrar unidas y de conformidad”, por lo que el fundamento que Rousseau da sobre la construcción de este pacto es la siguiente y sobre la cual gira su obra: encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes.
Una vez que se forme ese tan anhelado pacto, también considera el autor de esta obra que si este es violentado, cada individuo va a recuperar su libertad natural, con esto se percibe que analizo un supuesto extremo que llevaría a volver al derecho natural.
Para dar un contexto completo a la construcción del pacto social Jean-Jaques Rousseau, escudriña sobre la figura del soberano, señalando que éste debe garantizar la soberanía del país. Advierte la importancia de que el hombre transite de un estado natural a un estado civil para que se vuelva moral, situación con la que estoy parcialmente de acuerdo, debido a que considera Rousseau al ser humano como un ser atávico. Habla además sobre el dominio real realizando la distinción entre los bienes del Estado y el derecho a la propiedad privada; considerando al Estado como el tenedor de los bienes, tal como ocurre en los países socialistas.
Respecto a otra hipótesis que se actualiza del pacto social es cuando señala que “el silencio general hace presumir el consentimiento del pueblo”, situación que afortunadamente va evolucionando en la medida que la ciudadanía se interesa por los asuntos públicos, pero que sin duda se encuentra aún en transición.
Quiero culminar esta breve reseña resaltando la importancia de que como abogados y maestrantes, conozcamos los pensamientos filosóficos de diversos autores, como en este caso de Rousseau, ya que el abogado que no sabe más que derecho, ni derecho sabe.