“En época
neoliberal las instituciones pasaron por dos periodos: el de los privilegios a
unos cuantos, y el del abuso desmedido por parte de políticos corruptos”
@_BarbaraCabrera
Modo avión es un tipo de
ajuste que una vez activado hace que se desconecten todas las conexiones
inalámbricas de un dispositivo móvil. No obstante, en este espacio no les
hablaré de cuestiones técnicas-tecnológicas. Nornilandia, en su versión columna
es para ejercer la crítica al poder, para construir ciudadanía, para provocar
cambios a partir de acciones y contribuir a tener las convicciones bien
puestas.
Es del conocimiento público
que antes de concluir el sexenio de muerte, el del espurio Felipe Calderón, se
adquirió un Boeing 787-8, avión con un valor de 220 millones de dólares, al
cual le pusieron por nombre José María Morelos y Pavón. Aeronave a disposición
de quien detentaba el Poder Ejecutivo.
Dicho avión se adquirió con
excesos, componendas, falta de transparencia y corrupción. Un avión que
ruboriza a cualquier Jeque árabe y que los millonarios lo ven como exuberante. Algunos
mandatarios prefieren no comprarlo, debido a sus enormes lujos. [Acá pueden
ver una fotogalería, cortesía del Gobierno de México https://bit.ly/2OrvS0K]
El aludido avión presidencial
fue utilizado a placer por Enrique Peña Nieto quien fuera inquilino de Los
Pinos. Los gastos de su utilización, eran eso: gastos y muy altos para
trasladarse de un lado a otro, así lo dio a conocer Andrés Manuel en una de las
conferencias matutinas: por ejemplo, los gastos en insumos para vuelo
presidencial del 27 de octubre de 2017,
cuya factura asciende a un monto de $1,074,670.40, para adquirir –entre otras
amenidades- 1,167 piezas de rastrillos desechables marca Gillette, con un costo
de $47,258.40; 1,247 kits de pasta y cepillo dental marca Clinic Plus, cuyo
costo fue de $41,225.82; 486 piezas de agua de tocador para dama, envase con 5
mililitros, marca Carolina Herrera, que nos costó a los mexicanos un total de
$157,852.80. Además de 746 piezas de agua de tocador para caballero de 7
mililitros, marca Carolina Herrera, con un costo al erario de $242,300.80; 1,265
piezas de gel fijador para cabello con 30 mililitros de fijación extrema,
presentación de bolsillo, marca Tressemme, con un costo de $70,435.20; 1,263
piezas de esponja lustradora para calzado, color neutro, marca el Oso, que
representó un desembolso de $36,627 y 1,215 piezas de cortaúñas 5.5 centímetros con
cadena, con un costo de $16,208.10.
Los despilfarros eran lo suyo.
No se olvide que durante el Peñismo abstracto (https://bit.ly/3baxwNI) se
destinaron grandes cantidades para promover su imagen; por ende, ascender y
descender del avión, ya sea saludando, trotando, con paraguas, y acompañado de
su séquito, era un buen cuadro para las galerías y notas pagadas a modo de
chayote.
Para quienes no sepan lo que
es chayote, el corrupcionario la define como la principal fuente de alimentación
de los “periodistas” más cercanos al poder.
Andrés Manuel lo dijo desde la
campaña, no se subiría al avión presidencial, lo que es más, lo pondría a la
venta y lo cumplió.
No obstante debido a que la
susodicha aeronave es un palacio en las nubes, no ha podido concretarse la
transacción. Por tanto, en la conferencia matutina se presentaron algunas
propuestas para recuperar el dinero e invertirlo para el pueblo. La más
llamativa y que dejó en modo avión a la oposición moralmente derrotada y
borolistas, es la posibilidad de rifarlo. El cachito costaría 500 pesos y se
emitirían 6 millones. El dinero será utilizado para comprar: 6 resonancias magnéticas, 6
angiógrafos, 10 tomógrafos, 3 aceleradores lineales, 250 ambulancias; 130 aparatos de rayos X, 998 camas, 71 esterilizadores,
435 ventiladores, 13 aparatos para mastografía; 1,000 camillas, 291 lámparas
quirúrgicas y 181 mesas quirúrgicas.
Como ven, estamos ante una
idea genial del Presidente López Obrador, quien junto a su equipo está haciendo
lo necesario para regresar al pueblo lo robado durante la época más oscura y
corrupta de la historia de México: el neoliberalismo.
Por esto, además de su
liderazgo y otras acciones gubernamentales, Andrés Manuel es referencia, no
solo en México, sino a nivel internacional. Ha puesto el modo avión en todas
las agendas, charlas, medios de comunicación; incluida la oposición, así como a
quienes lo apoyamos y junto a él trabajamos para rescatar de los buitres
neoliberales este país; y, por supuesto las benditas redes sociales prestas al
modo avión.
En la agenda internacional, algunos
medios europeos mencionan la venta del avión, la cual es retomada en la
academia, haciendo referencia que es una opción muy inteligente, ocasionando
que algunos quieran conocer y/o volver a México.
En las benditas redes
sociales, fue la ocasión de varios hashtag
llevados a Trending Topic, además de memes
al por mayor, para apoyar o para trollear. De hecho, el Presidente Andrés
Manuel, con alegría y risas celebró los memes del avión presidencial y dijo:
¡están geniales! ¡buenísimos! Una vez más, la conversación es liderada por
López Obrador.
Ahora bien, en la escena
socio-política estar en modo avión tiene niveles, por ejemplo:
En modo avión quedaron los
corruptos avorazados de poder que saquearon este país y empobrecieron a la
población. Y están en la mira para ser castigados.
Modo avión que muestra a la
ridícula minoría, desarticulada y con una evidente falta de argumentos.
Modo avión es el estado actual
de los chayoteros y opinólogos defensores a ultranza de los corruptos
neoliberales, que alguna vez les dieron tanto.
Modo avión es la condición
perpetua de Peña Nieto.
Modo avión es el estado
natural de Vicente Fox, porque prozac y Martita.
En modo avión y medio mareado
–los motivos son del dominio popular- encontramos al Comandante Borolas, por
ser un odiador profesional, por estar en la mira de la justicia debido a la
corrupción exacerbada de su sexenio y debido a sus cochupos para crear su
partido político. Cochupo es un término coloquial mexicano que se usa para
designar un acuerdo deshonesto, implícito o tácito, mediante el cual dos
personas o más resultan beneficiadas de una acción al margen de la legalidad
y/o de los intereses de la sociedad.
Finalmente, en modo avión y
con alegría estamos mucho de nosotros ante la posible rifa del avión
presidencial, para comprar uno o más cachitos, con la esperanza de apoyar la Cuarta Transformación
de México y así contribuir con nuestro granito de arena para sacar adelante el
país.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!