5 feb 2020

MODO AVIÓN

“En época neoliberal las instituciones pasaron por dos periodos: el de los privilegios a unos cuantos, y el del abuso desmedido por parte de políticos corruptos”
@_BarbaraCabrera

Modo avión es un tipo de ajuste que una vez activado hace que se desconecten todas las conexiones inalámbricas de un dispositivo móvil. No obstante, en este espacio no les hablaré de cuestiones técnicas-tecnológicas. Nornilandia, en su versión columna es para ejercer la crítica al poder, para construir ciudadanía, para provocar cambios a partir de acciones y contribuir a tener las convicciones bien puestas.
Es del conocimiento público que antes de concluir el sexenio de muerte, el del espurio Felipe Calderón, se adquirió un Boeing 787-8, avión con un valor de 220 millones de dólares, al cual le pusieron por nombre José María Morelos y Pavón. Aeronave a disposición de quien detentaba el Poder Ejecutivo.
Dicho avión se adquirió con excesos, componendas, falta de transparencia y corrupción. Un avión que ruboriza a cualquier Jeque árabe y que los millonarios lo ven como exuberante. Algunos mandatarios prefieren no comprarlo, debido a sus enormes lujos. [Acá pueden ver una fotogalería, cortesía del Gobierno de México https://bit.ly/2OrvS0K]
El aludido avión presidencial fue utilizado a placer por Enrique Peña Nieto quien fuera inquilino de Los Pinos. Los gastos de su utilización, eran eso: gastos y muy altos para trasladarse de un lado a otro, así lo dio a conocer Andrés Manuel en una de las conferencias matutinas: por ejemplo, los gastos en insumos para vuelo presidencial del  27 de octubre de 2017, cuya factura asciende a un monto de $1,074,670.40, para adquirir –entre otras amenidades- 1,167 piezas de rastrillos desechables marca Gillette, con un costo de $47,258.40; 1,247 kits de pasta y cepillo dental marca Clinic Plus, cuyo costo fue de $41,225.82; 486 piezas de agua de tocador para dama, envase con 5 mililitros, marca Carolina Herrera, que nos costó a los mexicanos un total de $157,852.80. Además de 746 piezas de agua de tocador para caballero de 7 mililitros, marca Carolina Herrera, con un costo al erario de $242,300.80; 1,265 piezas de gel fijador para cabello con 30 mililitros de fijación extrema, presentación de bolsillo, marca Tressemme, con un costo de $70,435.20; 1,263 piezas de esponja lustradora para calzado, color neutro, marca el Oso, que representó un desembolso de $36,627 y 1,215 piezas de cortaúñas 5.5 centímetros con cadena, con un costo de $16,208.10.
Los despilfarros eran lo suyo. No se olvide que durante el Peñismo abstracto (https://bit.ly/3baxwNI) se destinaron grandes cantidades para promover su imagen; por ende, ascender y descender del avión, ya sea saludando, trotando, con paraguas, y acompañado de su séquito, era un buen cuadro para las galerías y notas pagadas a modo de chayote.
Para quienes no sepan lo que es chayote, el corrupcionario la define como la principal fuente de alimentación de los “periodistas” más cercanos al poder.
Andrés Manuel lo dijo desde la campaña, no se subiría al avión presidencial, lo que es más, lo pondría a la venta y lo cumplió.
No obstante debido a que la susodicha aeronave es un palacio en las nubes, no ha podido concretarse la transacción. Por tanto, en la conferencia matutina se presentaron algunas propuestas para recuperar el dinero e invertirlo para el pueblo. La más llamativa y que dejó en modo avión a la oposición moralmente derrotada y borolistas, es la posibilidad de rifarlo. El cachito costaría 500 pesos y se emitirían 6 millones. El dinero será utilizado para comprar: 6 resonancias magnéticas, 6 angiógrafos, 10 tomógrafos, 3 aceleradores lineales, 250 ambulancias;  130 aparatos de rayos X, 998 camas, 71 esterilizadores, 435 ventiladores, 13 aparatos para mastografía; 1,000 camillas, 291 lámparas quirúrgicas y 181 mesas quirúrgicas.
Como ven, estamos ante una idea genial del Presidente López Obrador, quien junto a su equipo está haciendo lo necesario para regresar al pueblo lo robado durante la época más oscura y corrupta de la historia de México: el neoliberalismo.
Por esto, además de su liderazgo y otras acciones gubernamentales, Andrés Manuel es referencia, no solo en México, sino a nivel internacional. Ha puesto el modo avión en todas las agendas, charlas, medios de comunicación; incluida la oposición, así como a quienes lo apoyamos y junto a él trabajamos para rescatar de los buitres neoliberales este país; y, por supuesto las benditas redes sociales prestas al modo avión.
En la agenda internacional, algunos medios europeos mencionan la venta del avión, la cual es retomada en la academia, haciendo referencia que es una opción muy inteligente, ocasionando que algunos quieran conocer y/o volver a México.


En las benditas redes sociales, fue la ocasión de varios hashtag llevados a Trending Topic, además de memes al por mayor, para apoyar o para trollear. De hecho, el Presidente Andrés Manuel, con alegría y risas celebró los memes del avión presidencial y dijo: ¡están geniales! ¡buenísimos! Una vez más, la conversación es liderada por López Obrador.
Ahora bien, en la escena socio-política estar en modo avión tiene niveles, por ejemplo:
En modo avión quedaron los corruptos avorazados de poder que saquearon este país y empobrecieron a la población. Y están en la mira para ser castigados.
Modo avión que muestra a la ridícula minoría, desarticulada y con una evidente falta de argumentos.
Modo avión es el estado actual de los chayoteros y opinólogos defensores a ultranza de los corruptos neoliberales, que alguna vez les dieron tanto.
Modo avión es la condición perpetua de Peña Nieto.
Modo avión es el estado natural de Vicente Fox, porque prozac y Martita.
En modo avión y medio mareado –los motivos son del dominio popular- encontramos al Comandante Borolas, por ser un odiador profesional, por estar en la mira de la justicia debido a la corrupción exacerbada de su sexenio y debido a sus cochupos para crear su partido político. Cochupo es un término coloquial mexicano que se usa para designar un acuerdo deshonesto, implícito o tácito, mediante el cual dos personas o más resultan beneficiadas de una acción al margen de la legalidad y/o de los intereses de la sociedad.
Finalmente, en modo avión y con alegría estamos mucho de nosotros ante la posible rifa del avión presidencial, para comprar uno o más cachitos, con la esperanza de apoyar la Cuarta Transformación de México y así contribuir con nuestro granito de arena para sacar adelante el país.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!