24 may 2011

“YO CUESTIONO”


@BarbaraCabrera

“Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé; sus nombres son:
cómo, cuándo, dónde, qué, quién y porqué”

Rudyard Kipling


A través del tiempo, el ser humano evoluciona –bueno, debo admitir que he atestiguado cómo algunos involucionan aún sin saberlo; no obstante, ellos no son motivo de análisis en esta Nornilandia-. Ahora bien, retomando a aquellos que vamos creando nuevas perspectivas, propuestas y bríos en diversos ámbitos, a saber: académicos, en la investigación, informativos, en espacios de diálogo y participación ciudadana; a través de nuestras columnas al constituirnos en la voz de aquellos que, por alguna circunstancia, no se manifiestan pero consideran a México como un país que merece y puede salir adelante; es que deseo plantearles los siguientes cuestionamientos:

¿CÓMO es posible que las opciones de desarrollo profesional en México para los egresados de un posgrado sean reducidas? En este sentido los datos son contundentes, recientemente el periódico La Jornada publico lo siguiente: “de acuerdo con datos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), de cada 3 mil doctores que egresan al año en el país, sólo mil consiguen un empleo o la oportunidad para continuar con sus trabajos de investigación”. Además, esta misma Asociación manifiesta que por cada investigador desempleado en México, el país pierde 2 millones de pesos en su capacitación.

¿CUÁNDO se tomará en serio el tema de seguridad pública? cierto, existen iniciativas, propuestas, foros de debate; se ha manifestado la intención de un mando único policial; es motivo de debate la intervención del ejército en esta fallida guerra contra el narcotráfico, se generó una intensa controversia referente a la iniciativa que crea la Ley de Seguridad Nacional. En resumidas cuentas, se ha politizado el asunto, quienes nos representan y gobiernan parecen olvidarse de los ciudadanos que como tú y yo salimos todos los días deseando llegar con bien a nuestras actividades cotidianas y regresar sanos y salvos a casa.

¿DÓNDE están reflejados los impuestos recaudados a los ciudadanos que cumplimos con la obligación constitucional de contribuir al gasto de la Nación?, en este sentido es inevitable referir lo que a todas luces es evidente: existe un gran número de fugitivos en esta materia, situación “subsidiada” por aquellos que estamos al corriente de esta obligación. Según datos del Sistema de Administración Tributaria (SAT), existe un “endurecimiento de los esquemas de fiscalización para castigar a los evasores fiscales que utilizan facturas apócrifas o mienten en sus declaraciones, acciones que merman en 25% la recaudación tributaria del país”. No se ustedes pero ¿Qué pasa con los llamados “peces grandes”? ¿También van tras ellos?, sería ingenuo afirmarlo.

¿QUÉ hace falta para que la mayor parte de la ciudadanía despierte? Si bien es cierto que cada día se percibe con mayor intensidad un hartazgo social, éste no es proporcional a la participación ciudadana, a través de sus distintos mecanismos (solicitudes de acceso a la información; iniciativas ciudadanas, foros de consulta, entre otros). Y aunque existen algunas movilizaciones sociales, todavía falta gran camino por recorrer.

¿QUIÉN es el responsable del bienestar de la sociedad? es común escuchar a ciudadanos manifestar que el gobierno no les “ayuda”; mientras existe un sector a la espera de ser beneficiados del sistema (a través de becas, programas sociales varios); otros tantos viven de las canonjías gubernamentales, y son quienes se supone coadyuvan en la construcción y aplicación de políticas públicas adecuadas a la realidad imperante. ¡Sin palabras y ejemplos abundan!. Cada cual podrá compartirnos su historia. Lo importante es que en ese binomio gobierno–ciudadano, entendamos que los tiempos actuales demandan ciudadanía edificada para hacer frente por si misma a problemáticas que papá gobierno no tiene porque solucionarnos. En palabras de Johann Wolfgang Goethe “¿Cuál es el mejor gobierno? El que nos enseña a gobernarnos a nosotros mismos”

¿POR QUÉ a pesar de que el país esta al límite de diversas problemáticas sociales, culturales, políticas, jurídicas, de legitimación de autoridades; no somos más revolucionarios de ideas, más contundentes en nuestro actuar, para advertir cambios significativos a la brevedad? los ejemplos internacionales actuales abundan: Egipto, Libia, España…

Y agregaría una séptima interrogante: ¿CUÁNTO tiempo falta para rescatar a este México lindo y herido de los males que actualmente le aquejan?


Lo dejo a la reflexión!


Espero sus valiosos comentarios.


¡Nos leemos la próxima Nornilandia!