15 nov 2023

PARTIDOS EN VÍAS DE EXTINCIÓN

 Dra. Bárbara Leonor Cabrera Pantoja | Entre letras, con mi café y a un “x” de distancia me encuentran como @_BarbaraCabrera

 


“Se parecen tanto unos a otros partidos, que la única manera de distinguirlos es ponerles color”

Rafael Barret

 

Una definición clásica de partidos políticos la proporciona Giovanni Sartori al apuntar que son “cualquier grupo político identificado que se presenta a las elecciones y que puede colocar mediante elecciones a sus candidatos a cargos públicos”

Mientras que la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos refiere que los partidos políticos “son entidades de interés público” al mismo tiempo, estos “tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo”

En este sentido, vale la pena recordarles a esos anquilosados partidos políticos (léase PRI, PAN, lo que queda del PRD y sumo al Partido Movimiento Ciudadano, cuyo origen es el Partido Convergencia) algunos postulados constitucionales que afirman “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo”; asimismo, “es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal”, asociado a que “el pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión”

Y si consideramos que no nos representan tenemos la posibilidad de hacer efectiva la revocación de mandato la cual en este momento se circunscribe al Presidente de la República, para que nunca más volvamos a tener a personajes nocivos como Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto.  Sin duda seguiremos pugnando para que este mecanismo se extienda a legisladores, gobernadores y presidentes municipales. De esta manera ejerceremos a plenitud el poder del pueblo.

Posiblemente donde radica el problema de la inminente extinción de los partidos políticos tradicionales, la encontramos desde la misma definición de Sartori, cuando advierte que estos institutos políticos suelen “presentarse a las elecciones y colocar mediante elecciones a sus candidatos a cargos públicos”

Entonces, ¿dónde queda la cercanía al pueblo? ¿dónde la rendición de cuentas? Pues muchos de ellos, únicamente utilizan los votos para acceder al poder y encumbrados deciden no ver, no oír y no hablar con el pueblo. Por eso baste, aludir una de las máximas del Presidente Andrés Manuel López Obrador: “El poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás”

Por eso están desprestigiados y en vías de extinción, por tener hambre de poder y querer servirse de éste para saciar sus intereses. Olvidándose que el servicio público es un noble oficio.

¡No hay duda, los viejos partidos políticos en México, están en peligro de extinción!

Y aunque regularmente cuando escuchamos la expresión “en peligro de extinción” instintivamente se encienden las alarmas para intentar salvar ese algo que corre el riesgo de dejar de existir; no es así con los anquilosados partidos políticos en México.

Al respecto, veamos algunos datos:

La casa encuestadora Enkoll en su reporte “Rumbo a la presidencia de la República” de octubre 2023 (https://www.enkoll.com/wp-content/uploads/2023/10/PRESIDENCIABLES-2024-301023.pdf) da a conocer la percepción que se tiene acerca de los partidos políticos. Cuando se pregunta ¿por cuál partido votaría si las elecciones fueran hoy? Tenemos en el sótano de los porcentajes al PRIAN y a MC, que oscilan entre el 15 y el 5% de las preferencias brutas. No así al Movimiento de Regeneración Nacional que suma arriba del 50 por ciento de las preferencias.

Mientras que cuando se pregunta ¿por cuál partido político NUNCA votaría para elegir presidente de la Republica? El PRI obtiene el primer lugar con un 49%, seguido de su compañero de alianza, el PAN, con el 17%. Del PRD, ya ni hablamos, los escombros en los que se sitúa, son evidentes.

Tomando en cuenta la antigüedad de los partidos políticos señalados en esta encuesta, es posible percatarse como los más viejos están desacreditados ante los ojos de la población; y esto se debe –entre otras causas- a que se desviaron de su propia naturaleza; esto es, renunciaron a ser entidades de interés público, a la par que se alejaron del pueblo.

En este orden de ideas, vale la pena referir a Noam Chomsky quien manifiesta la pertinencia de aplicar la anarquía en estos casos: estructuras que no justifican su existencia, como dirían mis amigos colombianos ¡cómo la yuca!, es decir, ¡ábranse!

Conozcamos cómo lo dice Chomsky:

El concepto de anarquismo cubre un espectro muy amplio. Cualquier forma de autoridad, dominación y jerarquía debe ser desafiada a justificarse a sí misma, y si no es capaz de justificar su existencia –como suele ser el caso- debe ser desmantelada. Me parece que ese es el principio fundamental del pensamiento y la acción anarquistas a través del tiempo.

No creo que debamos estar anclados a la idea de que alguien nos gobierne. Designar individuos particulares para tomar decisiones no es incorrecto en sí mismo, siempre y cuando esos individuos estén bajo un control democrático efectivo, pero creo que cualquier otra forma de jerarquía o poder es básicamente ilegítima”

Seguramente algunos se preguntarán ¿Por qué el PRIAN está en vías de extinción? Nótese como ya no incluyo al PRD, porque de aquel partido que alguna vez tuvo dignidad y estuvo del lado correcto de la historia, solo queda la pedacera.

¿Por qué ocurre esto? ¿A qué se debe dicho fenómeno? En seguida expongo, a manera de reflexión y provocación, algunas reflexiones acerca de esa debacle:

Porque los viejos partidos políticos se han convertido en un huracán propagador de odio y noticias falsas, categoría 7.

Por ser carroñeros.

Por tener como estandarte a la corrupción envuelta en impunidad.

Por estar del lado de los oligarcas y defender a costa del pueblo aquellas reformas estructurales apoyadas en el impresentable “Pacto por México” donde el PRIANRD se fundió en un amasijo de intereses.

Debido a que secuestraron el concepto de sociedad civil, envileciéndolo y logrando su desprestigio.

Porque se abrazan a regímenes viejos, caducos y nocivos como el neoliberalismo.

Por la apertura a un cambio de régimen y a los tiempos estelares que nos está tocando vivir, donde el pueblo exige una nueva manera de hacer política.

Por la presencia y activismo de una sociedad más educada políticamente; es decir, politizada.

Los integrantes del PRIAN aplican la máxima de Groucho Marx “si no nos gustan sus principios, tienen otros” Lo de ellos, no es la congruencia, ni la solvencia moral.

Son amantes del gatopardismo.

Debido a que el pueblo tiene una manera distinta de ver y aceptar la política.

Porque el PRIAN considera a los partidos políticos como un feudo y no como entidades de interés público. 

Por insultar al pueblo, y en ocasiones hasta desconocer su existencia; tal como lo hizo Ciro Murayama, cuando era consejero del Instituto Nacional Electoral.

Por no tener proyecto de Nación.

Debido a que imponen candidaturas, ondeando una malentendida unidad.

Porque no entienden que, por el bien de todos, primero los pobres.

Por detestar el principio de Austeridad Republicana.

Porque ellos roban, mienten y traicionan al pueblo.

Porque continúan aturdidos ante su propia debacle y no han digerido que somos mucho pueblo y no queremos, ni necesitamos partidos políticos anquilosados y voraces que nunca han defendido, ni defenderán las causas del pueblo.

Están por extinguirse por ser gestores de interés parciales; además, porque nosotros, el pueblo de México, se los dejaremos claro en las próximas elecciones.

Y así podría seguir enlistando las causas de porque esos partidos políticos están en vías de extinción. Baste esta pequeña, pero representativa muestra para llamar la atención de aquello que nosotros, el pueblo de México, no dejaremos que regrese al poder.

Lo que este país requiere son partidos-movimiento, donde al pueblo se le escuche y sea el protagonista.

 Es todo por hoy.

¡Hasta la próxima Nornilandia!