@BarbaraCabrera
“La vocación
del político de carrera es hacer de cada solución un problema”
Woody Allen
Para joder no hacer falta
soñar con querer hacerlo.
Para joder se necesita fuerza,
determinación y coraje.
Para joder baste tomar
decisiones contrarias a todo aquello que ayude, que estimule al progreso.
Para joder a veces no se
racionaliza.
Esta malsonante palabra, cuyo
significado es molestar o fastidiar mucho a alguien una cosa, una persona o una
situación; o bien, estropear una cosa o impedir que salga bien; ha causado un
revuelo inusitado en la palestra socio-política donde cada día y con cada
acción se cree menos en los políticos, gobernantes, representantes e
instituciones. En suma, hacia todo aquello que huela a política. Un fenómeno
conocido como desafección.
Y el detonante de la presencia
y viralización en redes sociales de este vocablo, es que hace algunos días
Enrique Peña Nieto con micrófono en mano, saliéndose del guión e intentando
defender su gestión, expreso durante un Foro Económico celebrado en México lo
siguiente: “No creo que ningún Presidente de la República se haya
levantado jamás pensado como joder a México”
¡Por supuesto! ¡Le creemos!,
no tendríamos porque no hacerlo. Por su fama y poca sapiencia nos queda claro
que EPN no se tomaría la molestia de ejecutar dicha acción por maquinación
propia. No lo crean tan importante, porque para joder a México Peña Nieto no se
basta solo, necesita de sus compinches, cómplices y ciudadanos inactivos y
complacientes; los que todos juntos y por separado hacen gala del coyuntural lema:
“Joder a México”, aunque en sus pretensiones quieran hacer saber que están
junto a su “amado líder” logrando “Mover a México”.
Entonces…
Para joder a México es preciso
mantener y superar los niveles de pobreza, desigualdad e injusticia.
Para joder a México hace falta
que reine la corrupción e impunidad.
Para joder a México baste no
hacer nada para restituir el tejido social.
Para joder a México hay que
imponer reformas estructurales; pésele a quien le pese.
Para joder a México es
imperativo contribuir con erróneas políticas públicas para mostrar un Estado
fallido.
Para joder a México se arma un
gobierno cuyo gabinete y altos cargos esta conformado por cuates, compadres y
lambiscones que rotan de un puesto a otro porque se teme poner al frente a los
mejores.
En suma, para joder a México,
baste seguir teniendo los gobernantes que tenemos ¿Los merecemos? ¡Por supuesto
que no! cambiemos la situación. Aunque no puedan o quieran creerlo depende de
nosotros, los ciudadanos. Lo dejo a la reflexión para llenarnos de acciones.
Hagamos lo posible y necesario para que un selecto grupúsculo de corruptos
enquistados en el Poder dejen de joder a México.
Es todo por hoy.
¡Nos leemos la próxima
Nornilandia!