@BarbaraCabrera
“En tiempos de corrupción es cuando
más leyes se dan”
Étienne Bonnot de Condillac
Los detalles pueden hacer que las cosas funcionen, que sean resueltos los problemas y hasta pueden lograr que las guerras se ganen. Cuando ocurre lo contrario, es cuando es preciso utilizar la expresión ¡el diablo está en los detalles! y todo apunta a ello, mis lectores. Veamos porque.
Será
el 1 de febrero de 2014 cuando de inicio el periodo ordinario de sesiones en
ambas Cámaras del Congreso de la Unión de este #MéxicoLindoyHerido. Diputados y
Senadores -que dicho sea de paso últimamente legislan a salto de manifestantes,
entrando como ladrones al recinto donde los hemos llevado sus electores y cuya
mayoría parece obedecer los designios del Ejecutivo en turno,- se declaran
listos para cristalizar en leyes secundarias las reformas en materia
energética, telecomunicaciones y de competencia y lo que se agregue; dicho en
términos llanos: ¡ahí vienen los puntos y comas, así como las letras chiquitas
de las polémicas reformas estructurales de 2013! Y no deparan nada mejor, ni
nuevo a lo ocurrido previo y durante la aprobación de las aludidas reformas.
Entretanto, los cambios fiscales detonan una lamentable alza a los precios,
frente al ridículo incremento al salario mínimo, que más valdría llamarle mini
salario y dar una lupa a cada ciudadano para poder verlo.
Esa
prisa inusitada por generar cambios pese al clamor ciudadano en contra,
minimizando los requerimientos sociales
y haciendo gala de estrategias de manipulación mediática; ha logrado, cual
estilo maquiavélico dividir para vencer. Hoy estamos polarizados, mientras el
gobierno hace de las suyas, mientras los defensores a ultranza se empecinan en
defender lo indefendible, mientras otros tantos apáticos, sumisos, indiferentes
y resignados no aportan nada al progreso, sino al retroceso.
Lo
cierto es, que la aprobación de los puntos finos de las reformas estructurales
tiene plazo, 90 días para la expedición de 45 leyes y ordenamientos: ocho en
telecomunicaciones; 14 en materia político-electoral; y, 23 parea reglamentar
la reforma energética. Cabe señalar que la de telecomunicaciones lleva más de
40 días de retraso y desde mi óptica serán los esfuerzos concentrados en la
energética.
Así
que, el cronómetro legislativo avanza y los personeros del Ejecutivo están
atentos y han recibido instrucciones de cumplirle al patrón.
Aquí
unos ejemplos:
Dice
Videgaray: “se tiene que seguir haciendo política, y construir un diálogo con
todos los partidos políticos para lograr que las transformaciones históricas
aterricen en cambios que beneficien a la población”. Manifiesta Gamboa: “las
leyes secundarias, son prioridad para el PRI en el Senado”. Por otro lado,
aunque en la misma sintonía, Arturo Escobar, coordinador del Partido Verde
Ecologista de México en la Cámara de Diputados (yerno de Don Beltrone) dijo que
“la reforma energética traerá inversión de diferentes naciones al país y confía
que a partir de febrero se acelerarán la aprobación de las leyes secundarias”
En
esta tesitura, todos los recursos y esfuerzos del PRI-partido y PRI-gobierno,
se dirigirán a aprobar las letras chiquitas de las multicitadas reformas; en
otra parte de la palestra pública, una izquierda ambivalente y fragmentada que
a veces coquetea con el poder-gobierno, y en ocasiones lo desconoce; en la
acera de enfrente, el Partido Acción Nacional hace gala de sus facturas
internas, cada vez más irreconciliables, con un Ernesto Cordero, que pretende
tomar las riendas del partido azul, convoca hundir a Gustavo Madero (actual
dirigente nacional del PAN), este último ha dicho que “aguanta vara por el bien
del partido”.
Y
en toda esta vorágine que incluye el thriller político conocido como Pacto por
México, reconocido como la joya de las
negociaciones, seguirá hasta ser cumplido; ya se ha dicho va “con o sin PRD”.
Lo
cierto es que debemos estar muy atentos, estar informados, estamos ante retos
mayúsculos, este país está poniendo a prueba a su ciudadanía y todo indica
que estamos reprobados. A este país le seguimos debiendo y mucho. Así que
les comparto esta RUTA
LEGISLATIVA DE LAS PRINCIPALES LEYES POR APROBAR:
Reforma de telecomunicaciones:
Ley
Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Ley
del Servicio de Radiotelefonía.
Ley
de Acceso a las Tecnologías de la Información.
Ley
Orgánica del Instituto Federal de
Telecomunicaciones.
Ley
reglamentaria del Derecho de Réplica.
Reformas
a la Ley de Competencia Económica.
Reforma político-electoral:
Ley
de Partidos Políticos.
Ley
de Procedimientos Electorales.
Ley
de Delitos Electorales.
Ley
de Propaganda Electoral.
Ley
Orgánica de la Fiscalía General de la
República.
Ley
Orgánica del CONEVAL (Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de
Desarrollo Social)
Además,
de las adecuaciones a los siguientes ordenamientos:
Ley
General del Sistema de Medios de Impugnación.
Ley
de Ingresos.
Presupuesto
de Egresos.
Código
Penal Federal.
Código
Federal de Procedimientos Penales.
Ley
Orgánica de la Administración Pública Federal.
Ley
Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos mexicanos.
Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Reforma energética:
Ley
reglamentaria al artículo 27 constitucional.
Ley
de la Industria Eléctrica (abroga la Ley del Servicio Público de energía)
Ley
de Geotermia.
Ley
de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Ley
de Minería.
Ley
referente al tratamiento de gas asociado a las minas de carbón.
Ley
de PEMEX.
Ley
de CFE (abroga la Ley del Servicio Público de Energía)
Ley
de Ingresos sobre Hidrocarburos.
Adecuaciones
a:
Ley
de la Comisión Reguladora de Energía.
Ley
Orgánica de la Administración Pública Federal.
Ley
Federal de Entidades Paraestatales.
Ley
General de Deuda Pública.
Ley
Federal de Responsabilidades Administrativas.
Ley
de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público.
Ley
de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las mismas.
Finalmente:
No perdamos de vista que desde el inicio de la actual Legislatura, ambas Cámara
recibieron 1,463 iniciativas; quedaron pendientes 1,252; aprobadas 28;
desechadas 113 y retiradas 70. Prima facie vemos una numeralia poco
alentadora, a lo hay que sumarle la cantidad de iniciativas que llevan la
etiqueta de legistitis, fenómeno que implica presentar el mayor número
de propuestas para sumar en el tablero y no necesariamente acorde a los
requerimientos de un tiempo y espacio determinado.
Es
todo por hoy.
¡Nos
leemos la próxima Nornilandia!