@BarbaraCabrera
“Doblepensar significa el poder de
mantener dos creencias contradictorias en la mente simultáneamente, y aceptar
ambas”
George Orwell
“Soy el primero
en asumir el pleno interés, no solo como Presidente de la República, sino
porque la sociedad demanda y tiene razón en saber con verdad que fue lo que ahí
ocurrió”, dijo el inquilino de Los Pinos, Enrique Peña Nieto [EPN]; en relación
al caso Ayotzinapa, que tuvo como lamentable consecuencia la desaparición de 43
estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos. Acontecimiento que está por
cumplir un año.
Meses complejos
se han vivido por parte de los padres y familiares, así como de la sociedad
civil unida en un solo clamor y exigencia ¡que sean presentados con vida los
43!
Meses en que el
gobierno con su caradura ha hecho gala de demagogia e ineficiencia, exhibida
ahora por un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) [Aquí el informe íntegro https://drive.google.com/file/d/0B1ChdondilaHd29zWTMzeVMzNzA/view]
Meses han pasado
desde aquella noche de Iguala, la que cambió a México, uno donde decimos ¡ya
basta!. Ya basta de tanto cinismo, corrupción e impunidad. Ya basta de
gobernantes ineptos que ante tales exhibiciones solo atinan a decir:
“discúlpenme” y “también quiero saber la verdad”. ¡Que se puede esperar de
alguien que dice estar moviendo a México, cuando lo está destruyendo! Y que
además es ajeno a lo que ocurre más allá de su mundo, como ejemplo dice no
conocer los detalles del caso Guatemala.
¿Será que en
verdad EPN es tan ignorante y malinformado? ¿Dónde está su grupo de asesores?
¿Acaso solo invierte en peñabots para
tumbar trending topic que le son
incómodos?
Como están las
cosas a Peña, de nada o muy poco le servirá lanzar a sus encapuchados a la red,
cuando afuera la crispación social va en aumento; cuando los ciudadanos
exigimos y trabajamos por un cambio; cuando a través de ejemplos
internacionales sabemos que sí se puede.
Y es que el
decir y el actuar de EPN y su gente -en relación al caso Ayotzinapa- constituye
algo así como ese doblepensar orwelliano. De ahí que es ineludible expresar algunas
razones para no olvidar Ayotzinapa:
· Porque la ridícula hipótesis
gubernamental de que los normalistas fueron calcinados, se ha desmoronado.
· Por la valentía los padres y familiares
que han dado ejemplo de lucha incesante.
· Puesto que casos como éste no pueden, ni
deben repetirse.
· Porque la lucha por un mejor país no
debe concluir.
· Debido a que las escuelas normales
rurales son el recordatorio de lucha, de supervivencia y de recordatorio de que
el sistema educativo en México, agoniza.
· Merecemos y exigimos saber ¿Dónde están
los 43?
Es todo en esta
Nornilandia.
¡Hasta la
próxima!