@BarbaraCabrera
“[Las Redes Sociales] son mucho más que tecnología.
Son un medio de comunicación, de interacción y de organización social”
Manuel Castells
Al surgir la idea de esta Nornilandia, el tema me pareció sumamente novedoso, toda vez que hablar de redes sociales en el gobierno implica referirnos a la era tecnológica en la que estamos inmersos y avanza a pasos agigantados. El día de ayer me referí al analfabetismo tecnológico existente en el país, hoy toca el turno al uso de estas tecnologías.
Ahora bien, existen por lo menos dos ángulos tratándose de este tópico: el uso de las redes sociales por parte del gobierno para promocionar sus políticas públicas y la otra cara de la moneda referente a la utilización de estas herramientas por los funcionarios y servidores públicos. Al respecto, se da la paradoja de que el gobierno utiliza cada vez más las redes sociales para difundir sus actividades; y, por la otra, bloquea los accesos a sus trabajadores.
Así que, este día abordaré el acceso a las redes sociales por parte de quien labora en una dependencia gubernamental y sus implicaciones.
Para nadie es un misterio como la utilización de las Redes Sociales al interior del gobierno se ha convertido en una moda. En los últimos tiempos, el manejo de Facebook, Twitter, Messenger, My Space, Skype, entre otras tantas más; se ha incrementado estrepitosamente, a tal grado que, si aplicamos una encuesta en alguna dependencia, cada persona cuestionada tiene por lo menos una cuenta en alguna de las Redes mencionadas.
Ese uso individualizado al interior del gobierno, tiene pros y contras, dependiendo de donde estemos situados. Y la pregunta central en esta ocasión es ¿tiene que permitirse el acceso a estas Redes o es necesario su bloqueo? Por una parte, se indica como puntos en contra, que conllevan a una “pérdida de tiempo” y “desconcentración”, lo que impide sean atendidas las actividades de manera continua y adecuada. Mientras, otro sector manifiesta son necesarias para establecer contactos con otras dependencias e intercambiar información para sus labores. Aunque también se admite se usa como distracción y descanso, en el ínter de una ardua jornada laboral y no por ello se disminuye la productividad. Lo que es más, la eleva; ya que constituye un aliciente para el servidor público.
Ya con estos elementos, les pregunto a mis lectores ¿Qué opinan de esta situación? ¿Será que es importante dar acceso a las Redes Sociales dentro de las dependencias gubernamentales? ¿Tienen que bloquearse dichas páginas? ¿Es ineludible legislar al respecto o tal como estan las cosas funcionan?
Desde mi punto de vista, la incursión en este tipo de tecnologías es importante, en virtud de que, bien utilizadas y encauzadas, nos permiten tener comunicación eficiente y, en cierta medida, proporciona la posibilidad de comunicarnos eficiente y rápidamente. El problema se da cuando existe un uso indiscriminado de las Redes Sociales, lo que implica a todas luces un abuso.
Entonces, ¿Qué es lo que tiene que ocurrir?, sin duda alguna, hace falta regular este tipo de situaciones al interior de las dependencias gubernamentales, de manera tal que, si es permisible su acceso, este direccionado a cuestiones que permitan mejorar la productividad y los estándares de atención a las trabajos cotidianos de los funcionarios y servidores públicos que perciben un sueldo vía nuestros impuestos.
Me interesa tu opinión, deja tu comentario.
Es todo por hoy, ¡Nos leemos en la próxima Nornilandia!